El nuevo portaaviones no tripulado de Irán, el Shahid Bagheri, amplía su capacidad naval, pero expertos advierten que su impacto ofensivo contra Israel es limitado.
Irán presenta el Shahid Bagheri, su primer portaaviones no tripulado
El Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) ha sumado a su flota el Shahid Bagheri, su primer portaaviones no tripulado. Este buque, originalmente un portacontenedores comercial, fue modificado para lanzar drones y helicópteros, reforzando la estrategia de guerra asimétrica de Irán.
Expertos señalan que la nueva nave permite extender la presencia naval iraní más allá del Golfo Pérsico y mejorar la vigilancia en aguas internacionales. Sin embargo, advierten que el Shahid Bagheri enfrenta importantes limitaciones ofensivas y defensivas, lo que reduce su amenaza real contra Israel.
Farzin Nadimi, especialista en la armada iraní del Instituto Washington, explicó a The Media Line que el portaaviones puede utilizarse para reconocimiento y misiones de seguridad marítima, pero carece de la protección adecuada para enfrentar conflictos de alta intensidad.
Los drones del Shahid Bagheri y su alcance sobre Israel
Durante su presentación en un ejercicio militar reciente, se informó que el Shahid Bagheri posee una pista de aproximadamente 590 pies y puede operar hasta un año sin reabastecimiento de combustible. Su capacidad para lanzar drones le permite recopilar inteligencia en tiempo real sobre movimientos adversarios en el Golfo Pérsico, el Golfo de Omán y el Mediterráneo oriental.
En teoría, los drones del portaaviones podrían realizar ataques de largo alcance contra infraestructuras militares en Israel. Sin embargo, Nadimi advirtió que la nave es demasiado grande para operaciones encubiertas y carece de defensa suficiente, lo que la hace vulnerable a ataques con misiles antibuque.
Razones por las que el portaaviones iraní no es una gran amenaza
- El Shahid Bagheri es fácilmente detectable y carece de escolta adecuada.
- Los drones de largo alcance lanzados desde el barco pueden ser interceptados.
- No cuenta con un grupo de ataque que lo proteja, a diferencia de los portaaviones de potencias navales.
- Su uso en ataques ofensivos contra Israel enfrentaría barreras estratégicas y defensivas.
- Los sistemas de defensa aérea israelíes, como la Cúpula de Hierro y David’s Sling, pueden neutralizar los drones iraníes.
- La presencia del buque en aguas internacionales será monitoreada por fuerzas aliadas.
Vulnerabilidad del Shahid Bagheri ante las defensas israelíes
Shahin Modarres, del Equipo Internacional para el Estudio de la Seguridad de Verona, destacó que el portaaviones es fácilmente localizable debido a su diseño y operaciones. A diferencia de los portaaviones de grandes potencias, el Shahid Bagheri no tiene un grupo de ataque que lo respalde, lo que lo deja expuesto a ataques aéreos y de misiles.
Si bien puede lanzar drones para misiones de vigilancia y ataques limitados, su efectividad en una operación ofensiva contra Israel es reducida. Modarres explicó que los drones de largo alcance tendrían que seguir rutas complicadas para evitar ser interceptados, lo que disminuiría su eficiencia táctica.
Impacto regional y respuesta israelí
Aunque Irán ha utilizado aliados como Hezbolá y los hutíes para atacar a Israel con drones, la incorporación del Shahid Bagheri no altera sustancialmente esta estrategia. Los drones lanzados desde el barco seguirían enfrentando la defensa aérea avanzada de Israel, incluyendo los sistemas Cúpula de Hierro, David’s Sling y Arrow.
No obstante, el portaaviones podría fortalecer la vigilancia iraní en zonas estratégicas como el Golfo de Adén y el Estrecho de Ormuz, áreas clave para sus rutas marítimas.
A pesar de sus limitaciones, la entrada en servicio del Shahid Bagheri podría preocupar a Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, países que han sido atacados por drones iraníes operados por los hutíes. Modarres advirtió que este desarrollo podría llevar a los estados del Golfo a reforzar sus defensas contra drones y mejorar sus capacidades navales.
Estados Unidos y sus aliados seguirán de cerca el despliegue del buque, ya que su presencia en aguas internacionales podría aumentar las tensiones y provocar una mayor presencia de la marina estadounidense en la región.