Irán está acelerando rápidamente sus esfuerzos espaciales, según el jefe de la Fuerza Aeroespacial del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI).
Durante el fin de semana, Amir Ali Hajizadeh anunció que el régimen iraní estaba decidido a poner más satélites en el espacio. El medio de comunicación estatal iraní Tasnim News Agency relató las afirmaciones del comandante de la Fuerza Aeroespacial sobre los avances del CGRI en las tecnologías de aviones no tripulados y drones.
Hajizadeh amenazó con que estos logros podrían convertirse en armas para “golpear al enemigo” a una distancia de 1.500 kilómetros si fuera necesario. Occidente teme que la tecnología que Irán utiliza para lanzar cohetes portadores de satélites pueda ser reutilizada para transportar ojivas nucleares.
Irán y el lanzamiento espacial de noviembre
A principios de este mes, la división aeroespacial del CGRI lanzó al espacio un nuevo cohete portador de satélites. Según los medios de comunicación estatales, el cohete Ghaem-100 de combustible sólido fue puesto en órbita con éxito desde la Tierra. El Ghaem, primer vehículo de lanzamiento de tres etapas de Teherán, podrá colocar satélites de 80 kilogramos en una órbita a unos 500 kilómetros de la superficie terrestre, según los informes iraníes. Aunque Irán insiste en que sus esfuerzos espaciales se utilizan únicamente con fines civiles y pacíficos, la amenaza más reciente de Hajizadeh, que anuncia que la nueva tecnología del país podría “alcanzar al enemigo”, sugiere lo contrario.
BREVE HISTORIA DEL PROGRAMA ESPACIAL IRANÍ
Aunque el interés de Irán por el ámbito espacial se remonta a antes de la Revolución Islámica de 1979, los esfuerzos del país por impulsar su programa espacial despegaron realmente a finales de la década de 1990. Irán, junto con Rusia y China, colaboró en el diseño, desarrollo y construcción de varios satélites. El satélite de observación de la Tierra “Mesbah” fue el primer indicio de que Irán estaba interesado en desarrollar un cohete capaz de poner en órbita un vehículo. En 2003 se creó la Agencia Espacial Iraní, que sigue siendo la principal división del país encargada de llevar a cabo el programa espacial estatal. Hace dos años, la Organización de la Yihad de Autosuficiencia (SSJO), vinculada a la IRGC, lanzó la primera tecnología de misiles intercontinentales de Teherán. En un proyecto conjunto con el Kremlin en 2005, el Sina-1 se convirtió en el primer satélite de fabricación nacional que Irán puso en órbita con éxito.
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LOS COHETES DE COMBUSTIBLE SÓLIDO SON UN BUEN AUGURIO PARA LOS PROGRAMAS ESPACIALES Y DE MISILES BALÍSTICOS DE IRÁN
Durante la década anterior, la Fuerza Aeroespacial del CGRI se ha centrado cada vez más en el desarrollo de cohetes de combustible sólido, que suponen una amenaza más importante para sus adversarios, ya que los cohetes pueden convertirse más fácilmente en misiles. Aunque los porta satélites utilizan principalmente combustible líquido, los cohetes de combustible sólido son una gran alternativa, ya que pueden adaptarse a lanzadores móviles.
En junio, Irán probó por segunda vez su lanzador de satélites Zuljanah. El vehículo de lanzamiento de satélites se presentó inicialmente en 2021 y se considera el primer SLV de combustible híbrido de fabricación nacional de Irán. Aunque Irán no tiene actualmente ningún misil balístico que tenga un alcance suficiente para llegar a la mayor parte de Europa, el cohete Zuljanah “podría utilizarse en un futuro ICBM para entregar cargas útiles de unos 500 kilogramos a rangos de al menos 4.000 kilómetros -lo suficientemente lejos como para llegar a toda Europa- si los funcionarios iraníes deciden avanzar en el desarrollo de tal arma”, según describe The Jerusalem Post.
LA COLABORACIÓN RUSO-IRANÍ CONTINUÓ ESTE VERANO
El verano pasado, Moscú puso en órbita el satélite iraní “Khayyam” desde Kazajstán, en una muestra de la reciente cooperación militar de los dos estados canallas. Equipado con aplicaciones de doble uso, el Khayyam podría ser aprovechado tanto por el régimen iraní como por el Kremlin para espiar a sus vecinos. En concreto, Rusia podría utilizar los datos del Khayyam para apoyar sus esfuerzos bélicos en Ucrania, mientras que Irán podría vigilar la región para respaldar las actividades de sus apoderados en la región.
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Aunque la letanía de lanzamientos fallidos y las exageradas reivindicaciones tecnológicas suelen engañar a los frecuentes anuncios de Irán, el interés del régimen por ampliar su programa de misiles balísticos es preocupante. Irán ha mostrado un fuerte aumento de su comportamiento hostil en todo el régimen, lo que hace que su obsesión por los SLV sea más pertinente que nunca.