Un tercer petrolero con un cargamento de petróleo iraní destinado al Líbano atracó el miércoles en el puerto sirio de Baniyas, según un servicio de seguimiento de cargamentos de petróleo en línea.
El servicio dijo que el petrolero Fortune, registrado en Irán, había llegado al puerto del norte de Siria, el mismo punto de atraque de los envíos anteriores.
En las últimas semanas han llegado al Líbano decenas de camiones con gasóleo iraní, entregas organizadas por el grupo terrorista Hezbolá, respaldado por Irán.
La entrega por tierra a través de la vecina Siria viola las sanciones estadounidenses impuestas a Teherán después de que el entonces presidente Donald Trump sacara a Estados Unidos de un acuerdo nuclear entre Irán y las potencias mundiales en 2018.
Los envíos se están presentando como una victoria de Hezbolá, que intervino para suministrar el combustible de su patrón iraní mientras el gobierno libanés, con problemas de liquidez, lidia con la escasez de combustible de meses que ha paralizado el país.
El primer ministro libanés, Najib Mikati, ha dicho que los envíos violan la soberanía del Líbano y no son aprobados por su gobierno.
Israel ha dicho que no interferirá en los envíos.
La actual crisis económica del Líbano tiene su origen en décadas de corrupción y mala gestión por parte de la clase dirigente y en un sistema político de base sectaria que se nutre del clientelismo y el nepotismo.
La grave escasez de combustible ha provocado cortes de electricidad y esperas de horas en las gasolineras.
El líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, anunció en agosto que Irán iba a enviar el combustible a Líbano para ayudar a aliviar la crisis. El primer petrolero iraní comisionado por Hezbolá llegó al puerto sirio de Baniyas en septiembre y el gasóleo se descargó en almacenes sirios antes de ser llevado por tierra a Líbano en camiones cisterna, donde fue recibido con disparos de celebración.
Hezbolá, acusado a menudo de operar como un Estado dentro de otro Estado, ha participado en la guerra civil de Siria junto a las fuerzas gubernamentales. Gestiona sus propios puntos de paso a lo largo de la frontera entre Líbano y Siria, lejos de los pasos fronterizos oficiales.
Nasrallah dijo que el petrolero no descargó su carga directamente en Líbano para evitar poner en aprietos a las autoridades y arriesgarse a sanciones contra Líbano.
Aunque la entrega de petróleo se consideró una victoria para Hezbolá, el grupo terrorista se enfrenta a crecientes críticas internas por situar al Líbano cada vez más en la órbita de Irán y por defender a sus aliados políticos que se resisten al cambio en lugar de impulsar las reformas.