El miércoles, Robert Wood, embajador adjunto de Estados Unidos ante la ONU, instó a los miembros del Consejo de Seguridad con influencia sobre Irán a intensificar la presión sobre el país. El objetivo es que Irán deje de exacerbar su conflicto indirecto contra Israel y otros actores de la región.
Durante una sesión informativa del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la situación en Oriente Medio, convocada a petición de Irán, Wood defendió el derecho de Israel a defenderse de los ataques de Hezbolá y otros grupos terroristas. En sus palabras, “Israel tiene derecho a defenderse de los ataques de Hezbolá y otros terroristas. Eso es precisamente lo que hizo el 30 de julio, cuando respondió de forma independiente al ataque de Hezbolá del 28 de julio contra Majdal Shams, en el que murieron 12 niños”.
Wood aclaró que Estados Unidos no participó en la respuesta de Israel el 30 de julio en el Líbano, pero afirmó categóricamente que Hezbolá fue responsable del ataque, empleando un arma iraní desde una zona del Líbano controlada por el grupo. Además, urgió al Consejo de Seguridad a emitir un mensaje claro de apoyo a Israel en su defensa contra los constantes ataques de Hezbolá.
El diplomático también señaló que otros grupos respaldados por Irán, como los hutíes, están desestabilizando la región. Destacó que los hutíes violan el derecho internacional con ataques a buques en el mar Rojo, lo cual afecta a la seguridad internacional. Según Wood, “El apoyo de Irán a los hutíes viola claramente el embargo de armas de la Resolución 2216 y estos ataques ignoran flagrantemente la Resolución 2722”.
Wood subrayó la necesidad de que Irán cumpla con las resoluciones del Consejo de Seguridad. En caso de incumplimiento, sugirió que el Consejo debería considerar medidas adicionales para exigir responsabilidades a Irán y abordar las acciones de sus aliados terroristas que ponen en peligro la paz y la seguridad regionales.
Asimismo, reafirmó el compromiso de Estados Unidos de liderar esfuerzos diplomáticos para finalizar la guerra en Gaza y reducir las tensiones en la región. Aseguró que continuarán trabajando intensamente para evitar una guerra regional más amplia.
Por su parte, Amir Saeid Iravani, embajador de Irán ante la ONU, defendió la postura de Teherán, afirmando que han mostrado máxima moderación y se reservan el derecho de responder con firmeza. Iravani solicitó al Consejo de Seguridad que condene a Israel y le imponga sanciones.
En la misma línea, Jonathan Miller, representante adjunto de Israel ante la ONU, pidió al Consejo de Seguridad que condene a Irán por su apoyo al terrorismo regional y aumente las sanciones contra Teherán. Miller concluyó asegurando que Israel se defenderá y responderá con contundencia a cualquier agresión.