PARÍS – El enviado de Estados Unidos para Irán, Robert Malley, se reunirá el viernes con diplomáticos de tres potencias europeas sobre la crisis nuclear iraní, mientras las conversaciones en Viena para salvar el acuerdo de 2015 siguen suspendidas.
El acuerdo entre Irán y las potencias mundiales para encontrar una solución a largo plazo a la crisis de dos décadas sobre su controvertido programa nuclear está moribundo desde que el expresidente estadounidense Donald Trump abandonó el acuerdo en mayo de 2018.
Su sucesor, Joe Biden, ha dicho que está dispuesto a reincorporarse al acuerdo siempre que Irán cumpla con condiciones previas clave. Pero las conversaciones a través de intermediarios con sede en Viena apenas avanzaron, antes de ser interrumpidas por la elección del radical Ebrahim Raisi como presidente de Irán.
El viaje de Malley a París para la reunión con el llamado E3 de Gran Bretaña, Francia y Alemania se produce después de que visitara el Golfo para mantener conversaciones con sus aliados Qatar, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, todos ellos profundamente preocupados por el programa nuclear iraní.
“Tras las consultas con los socios de la región, el enviado especial para Irán, Robert Malley, se reunirá con sus homólogos del E3 en París el viernes”, dijo un portavoz del Departamento de Estado estadounidense, sin dar más detalles.
Una fuente diplomática francesa también confirmó la reunión, añadiendo que asistiría un representante de la sección de política exterior de la UE.
Las potencias occidentales, Israel y los Estados de la península arábiga favorables a Washington temen que Irán pretenda desarrollar una bomba atómica. Teherán lo niega, insistiendo en que solo busca producir energía para su población.
El acuerdo nuclear prometía a Irán un alivio gradual de las sanciones a cambio de restricciones a sus trabajos atómicos, que estarían bajo la estricta supervisión de la agencia atómica de la ONU. Israel ha manifestado su firme oposición al deseo de las potencias occidentales de volver al acuerdo de 2015.
El jefe del organismo de vigilancia nuclear de la ONU, Rafael Grossi, expresó el martes su preocupación por seguir esperando una discusión de “alto nivel” con funcionarios iraníes en Teherán, tras negociar el mes pasado un nuevo compromiso sobre la supervisión del programa nuclear iraní para ayudar a reiniciar las conversaciones en Viena.