Irán ha afirmado su derecho a la legítima defensa tras el asesinato del líder de Hamás, Ismail Haniyeh, en su territorio. El representante iraní, Amir Saeid Iravani, destacó en el Consejo de Seguridad de la ONU que la República Islámica se reserva el derecho de responder a este acto “terrorista y criminal” de acuerdo con el derecho internacional.
“El derecho inherente de Irán a la legítima defensa será ejercido cuando sea necesario”, declaró Iravani, refiriéndose a las informaciones del New York Times que mencionan posibles ataques iraníes contra Tel Aviv y Haifa.
Aunque Israel no ha asumido la responsabilidad del asesinato de Haniyeh, sí reconoció haber matado al comandante de Hezbolá, Fuad Shukr, en la misma jornada. Irán ha condenado el incidente como una “violación grave” de su soberanía y ha solicitado sanciones contra Israel por parte del Consejo de Seguridad.
La sesión del Consejo fue convocada por China y Argelia. El embajador chino, Fu Cong, condenó el asesinato como un intento de sabotear los esfuerzos de paz y violar la soberanía de los Estados, expresando su preocupación por la creciente inestabilidad en la región, en medio de un conflicto en Gaza que ya se ha prolongado por casi 300 días.
Un enviado ruso también condenó el ataque, señalando el peligro que representa para las negociaciones de liberación de rehenes, de las cuales Haniyeh era una figura clave. Alertó sobre los riesgos de una escalada que podría llevar a la región al borde de una guerra.