Un equipo ruso en Irán se vio atrapado en un hotel durante un ataque a una fábrica de armas, atribuido a Israel, mientras exploraban la fabricación de drones.
Rusia e Irán: Colaboración en producción de drones
El equipo ruso se encontraba en Irán con el objetivo de establecer una planta de producción de aviones no tripulados en Rusia. Esta colaboración tenía como fin producir una variante del drone iraní Shahed-136, renombrado como Geran 2.
La futura instalación se ubica en la Zona Económica Especial de Alabuga, en la República de Tatarstán. A pesar de su gran envergadura, la planta enfrenta retrasos y aún no ha producido aviones completos.
Fuentes anónimas proporcionaron al Washington Post documentos relacionados con la instalación, mostrando preocupación por los avances rusos y su relación con la situación en Ucrania.
Detalles de la colaboración entre Rusia e Irán
Según el grupo Conflict Armament Research, Rusia ha comenzado a producir y utilizar su propia versión del Shahed-136 tras examinar drones derribados en Ucrania.
El Washington Post, tras revisar documentos obtenidos, determinó que la planta de Alabuga ha dependido considerablemente de Irán en términos de diseño, fabricación y control de calidad.
Para facilitar el proceso, numerosos empleados y estudiantes rusos han sido enviados a Irán para capacitarse adecuadamente en la producción de drones.
Ataque en Ispahán y sus repercusiones
Un grupo de rusos visitaba Ispahán cuando un ataque, que Irán atribuye a Israel, tuvo lugar en una fábrica de armas de la ciudad, relacionada con la producción de drones y misiles.
El Ministerio de Defensa iraní sostuvo que el ataque no tuvo éxito, pero videos del incidente mostraron una significativa explosión en la instalación.
Tras el ataque, el equipo ruso fue confinado en su hotel, ya que las autoridades iraníes temían posibles represalias en lugares que el grupo tenía programado visitar.