El jueves, la televisión estatal de Irán reportó que una fuga de gas en un centro de la Guardia Revolucionaria Islámica se saldó con la muerte de dos personas y dejó a diez más heridas.
El incidente ocurrió la noche del miércoles en un taller vinculado a la Guardia en la provincia de Isfahán. Los heridos fueron trasladados a un hospital cercano para recibir atención médica, según informaron las autoridades.
De acuerdo con el reporte, los muertos han sido identificados como el capitán Mojtaba Nazari y el teniente coronel Mokhtar Morshedi, miembros de alto rango de la Guardia Provincial de Isfahán.
El comunicado emitido por la Guardia no aclaró si ambos oficiales murieron a causa de la inhalación de gas o si la fuga provocó una explosión. Tampoco se proporcionaron detalles sobre la forma en que las otras personas resultaron heridas ni se dieron más especificaciones sobre el accidente.
En los últimos años, se han registrado varias explosiones mortales en instalaciones de la Guardia Revolucionaria. El incidente más significativo ocurrió en 2011, cuando una explosión en una base de misiles cerca de Teherán cobró la vida de 17 personas, incluido el comandante Hassan Tehrani Moghaddam, quien estaba al frente del programa de misiles de la Guardia. Inicialmente, las autoridades iraníes calificaron la explosión como un accidente, aunque más tarde un ex prisionero afirmó haber sido interrogado por la Guardia, que sospechaba que Israel había provocado el estallido.
Las tensiones entre Irán e Israel se han mantenido en un nivel elevado desde el asesinato del líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, el 31 de julio en Teherán. Irán acusó directamente a Israel de ser responsable del asesinato de Haniyeh, aunque hasta ahora Israel no ha confirmado ni negado su participación. En respuesta, altos funcionarios iraníes han prometido tomar represalias.
Es común que las autoridades israelíes eviten comentar sobre las operaciones de sus unidades militares secretas o de la agencia de inteligencia Mossad. A pesar de ello, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha expresado en múltiples ocasiones que considera a Irán como la mayor amenaza para su país.
En medio de estos desafíos, Irán sigue avanzando en su programa nuclear, alcanzando niveles de enriquecimiento de uranio más cercanos que nunca a los necesarios para fabricar armas nucleares, especialmente después de la disolución de su acuerdo atómico con las potencias mundiales.
La provincia de Isfahán ha captado la atención de Israel, ya que alberga varias instalaciones nucleares clave de Irán, incluida la planta de enriquecimiento de uranio de Natanz, una instalación subterránea donde se utiliza gas hexafluoruro de uranio en centrifugadoras para enriquecer el material nuclear.
Irán ha señalado a Israel como el principal sospechoso de varios ataques dirigidos contra sus instalaciones, incluido un ataque en abril de 2021 que dañó las centrifugadoras en Natanz. Asimismo, en 2020, Irán acusó a Israel de orquestar un sofisticado atentado que se saldó con la muerte de su principal científico nuclear militar.