El jefe del grupo terrorista libanés Hezbolá felicitó el domingo al clérigo ultraconservador Ebrahim Raisi por haber ganado las elecciones presidenciales en Irán, describiéndolo como un “escudo” contra Israel y otros “agresores”.
Raisi, antiguo jefe del poder judicial, obtuvo casi el 62% de los votos en las elecciones del viernes con una participación del 48,8%, después de que sus rivales más destacados fueran descalificados o se retiraran de la carrera.
“Su victoria ha renovado las esperanzas del pueblo iraní y de los pueblos de la región, que lo ven como un escudo y un fuerte apoyo… para la resistencia contra los agresores”, dijo Hassan Nasrallah, el jefe del grupo terrorista Hezbolá, respaldado por Irán.
El grupo terrorista Hamás también emitió un comunicado felicitando a Raisi.
“Pedimos a D*os que le conceda éxito en la dirección del país, sirviendo a la República Islámica de Irán… y que continúe y refuerce las honorables posturas de Irán en solidaridad con Palestina y su justa causa, y apoye la firmeza del pueblo palestino”, dijo el sábado la organización terrorista palestina respaldada por Irán.
La República Islámica apoya financieramente desde hace tiempo a Hamás, la organización terrorista que gobierna la Franja de Gaza y que está comprometida con la destrucción de Israel.
Un funcionario de la Jihad Islámica Palestina, otro grupo terrorista apoyado por Irán en Gaza, también felicitó a Raisi.
“Una vez más, el pueblo de Irán ha reiterado su compromiso con el camino de la revolución y su régimen. Felicitamos a la República Islámica y al pueblo de Irán por este gran logro”, dijo Youssef al-Hassayna, según Reuters.
La elección de Raisi -protegido del líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, sancionado por Estados Unidos, en parte por su implicación en la ejecución masiva de miles de presos políticos en 1988- se convirtió más bien en una coronación, después de que su competencia más fuerte fuera descalificada para presentarse.
El primer ministro Naftali Bennett aludió a ello al referirse a la elección el domingo: “No fue el público quien lo eligió, sino [el líder supremo Alí] Jamenei”.
“Eligieron al verdugo de Teherán”, dijo Bennett en inglés. “El hombre infame entre los iraníes y en todo el mundo por dirigir los Comités de la Muerte, que ejecutaron a miles de ciudadanos iraníes inocentes a lo largo de los años”.
La elección de Raisi sitúa a los partidarios de la línea dura en el control del gobierno, mientras continúan las negociaciones en Viena para intentar salvar un acuerdo en ruinas destinado a limitar el programa nuclear iraní, en un momento en el que Teherán está enriqueciendo uranio a los niveles más altos de su historia, aunque todavía sin llegar a los niveles de armamento.
Las tensiones siguen siendo elevadas tanto con Estados Unidos como con Israel, que se cree que ha llevado a cabo una serie de ataques contra instalaciones nucleares iraníes, además de eliminar al científico que creó su programa atómico militar décadas atrás.
Raisi también se ha convertido en el primer presidente iraní en ser sancionado por el gobierno de EE.UU.- incluso antes de entrar en el cargo- por su implicación en las ejecuciones masivas, así como por su etapa como jefe del poder judicial iraní, criticado internacionalmente, uno de los principales verdugos del mundo.