Recientes informes indican que Irán está enviando armas a Rusia de manera encubierta, incluyendo proyectiles de artillería, en el contexto del conflicto bélico en Ucrania.
Irán: suministrando armas a Rusia
Según fuentes periodísticas, Irán estaría transportando cerca de 300,000 proyectiles de artillería y munición para armas ligeras a través del mar Caspio, en un viaje de aproximadamente 800 km que tomaría varios días. Este método permite a Irán reabastecer a Moscú de manera discreta, evitando el escrutinio internacional.
Rusia busca reabastecer sus fuerzas un año después del inicio de la guerra en Ucrania, adquiriendo drones y munición de países como Irán, Egipto y Corea del Norte.
La relación entre Irán y Rusia en este contexto es de mutuo beneficio. Mientras Rusia recibe armas y munición, Irán espera obtener tecnología y aviones de guerra a cambio.
Rusia: buscando armas en el extranjero
El objetivo de Rusia en Ucrania es llevar a cabo una guerra de desgaste, similar a la batalla de Verdún en 1916, con el fin de debilitar a Ucrania mediante ataques constantes y destrucción de infraestructura.
Para lograr esto, Moscú requiere de una gran cantidad de munición de fuego indirecto y armas “tontas”, lo que explica su búsqueda de armamento en países como Irán y Corea del Norte.
Ucrania: en medio de la contienda
A pesar de recibir armamento de países occidentales, Ucrania enfrenta dificultades para aumentar sus efectivos y dominar los nuevos sistemas de armas.
La táctica de Rusia consiste en desgastar a las fuerzas ucranianas y arrasar ciudades y pueblos, como en el caso de Marinka, donde la destrucción ha sido devastadora.
Armas: moneda de cambio en la geopolítica
Irán y Rusia se encuentran en una relación de intercambio de armamento en el marco del conflicto ucraniano. Aunque Irán no necesita proyectiles de artillería para su guerra, su suministro a Rusia demuestra la importancia de estos tratos para fortalecer sus alianzas y obtener beneficios en el ámbito militar y tecnológico.
Resumen
Irán suministra armas a Rusia de manera encubierta en el contexto de la guerra en Ucrania, mientras que Rusia busca munición y armas en diversos países para llevar a cabo su estrategia de desgaste. La relación entre ambas potencias se basa en un intercambio de beneficios en el ámbito militar y tecnológico.