Las autoridades iraníes anunciaron el martes que una pareja británica detenida el mes pasado en el sureste del país enfrenta cargos de espionaje y vínculos con servicios de inteligencia occidentales.
El portavoz judicial, Asghar Jahangir, reveló que Craig y Lindsay Foreman ingresaron a Irán «haciéndose pasar por turistas» y recolectaron información antes de ser arrestados en la provincia de Kerman.
De acuerdo con Mizan Online, Ebrahim Hamidi, jefe del poder judicial de Kerman, aseguró que los lazos de la pareja con agencias de inteligencia extranjeras «han sido confirmados».
El mismo medio citó a Jahangir, quien indicó que la pareja fue arrestada por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica «por cargos de espionaje».

Los Foreman «recolectaron datos de varias provincias» y se descubrió que «colaboraban con instituciones encubiertas vinculadas a servicios de inteligencia de países hostiles y occidentales», expresó el portavoz.
Según la BBC, la pareja, que rondaba los 50 años, realizaba un viaje en motocicleta alrededor del mundo cuando fueron detenidos en enero.
Las redes sociales indican que el dúo cruzó a Irán desde Armenia en diciembre y se dirigía hacia Australia.
El viernes, el Ministerio de Asuntos Exteriores británico confirmó que brindaba “asistencia consular a dos ciudadanos británicos detenidos en Irán” y que mantenía contacto con las autoridades iraníes.
La agencia oficial IRNA reportó la semana pasada que el embajador británico, Hugo Shorter, se reunió con los detenidos en la oficina del fiscal de Kerman.
IRNA también publicó una foto del encuentro, en la que los rostros de los detenidos estaban difuminados.

El gobierno británico desaconseja todos los viajes a Irán.
Varios ciudadanos europeos permanecen detenidos en Irán, que ha realizado varios intercambios de prisioneros con gobiernos occidentales en los últimos años.
En enero de 2023, Irán ejecutó a Alireza Akbari, un ciudadano británico-iraní, lo que generó condenas por parte de los gobiernos occidentales, incluida Gran Bretaña, que calificó el hecho de “bárbaro”.
Akbari había sido condenado por espionaje a favor de Gran Bretaña.