En virtud del acuerdo estratégico entre China e Irán firmado recientemente, los países acordaron crear capacidades conjuntas de recopilación de inteligencia en Irán.
La principal capacidad que se construirá es para la vigilancia y el control interno en Irán que permitirá una estrecha vigilancia de la población, similar a la de China. Esta capacidad, que estará a cargo del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria, permitirá al régimen iraní vigilar las actividades subversivas contra el régimen, la delincuencia y el espionaje. China comenzará a construir esta infraestructura en noviembre de este año.
El proyecto de vigilancia incluye la instalación de más de 15 millones de cámaras en 28 ciudades principales de Irán. Las cámaras estarán interconectadas con los centros de control en Irán y China. Los sistemas de control operados en los centros estarán interconectados no solo con los sistemas de cámaras, sino también con las redes de telefonía celular, las bases de datos del gobierno, los registros personales y bancarios y más. Los sistemas de control son para monitorear automáticamente el comportamiento de las personas usando una combinación de datos y algoritmos inteligentes de IA, e indican el comportamiento inusual. Esta capacidad permite en realidad la creación de una identidad digital completa de cada residente del país, permitiendo la vigilancia completa de la conducta de la persona.
La infraestructura para la recolección de datos dentro de Irán (y también su transferencia a China) se basará en las capacidades chinas de Internet, encriptación y seguridad de la información.