El gobierno iraní convocó el domingo al embajador suizo en Teherán, Nadine Olivieri Lozano, luego de un llamamiento considerado “intervencionista” por parte de la embajada suiza.
El motivo de esta convocatoria se basa en un tuit en el que se instaba a Irán a detener las ejecuciones relacionadas con las protestas desencadenadas tras la muerte de Mahsa Amini, una joven kurda iraní.
El llamamiento de la embajada suiza por parte de Irán
El pasado viernes, la embajada suiza expresó enérgicamente su condena a las ejecuciones de tres hombres acusados del asesinato de miembros de las fuerzas de seguridad durante las protestas ocurridas en la ciudad de Isfahán el año pasado.
En su cuenta oficial de Twitter, la embajada manifestó su preocupación y exhortó a Irán a cesar dichas ejecuciones, al tiempo que solicitaba medidas para reducir el uso de la pena de muerte en el país.
La imagen que generó controversia entre Suiza e Irán
La imagen adjunta al tuit mostraba una manifestación fuera de las fronteras iraníes, donde los participantes sostenían un cartel con la imagen de Mahsa Amini, quien falleció bajo custodia el 16 de septiembre, mientras ondeaban la bandera iraní anterior a la Revolución Islámica.
Esta publicación provocó la indignación del gobierno de Teherán, que consideró el acto de la embajada suiza como una intromisión en sus asuntos internos.
La respuesta del gobierno iraní al tuit suizo
En respuesta a esta situación, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán emitió un comunicado en el que condenó el “uso poco convencional y poco profesional de la embajada de Suiza en Teherán al volver a publicar una imagen con una bandera falsa”.
Además, destacó que esta acción contradice el espíritu de amistad entre la República Islámica de Irán y la Confederación Suiza, y exigió una corrección inmediata.
Contexto de las protestas y ejecuciones en Irán
Es importante resaltar que Irán ha sido escenario de masivas protestas en todo el país tras el fallecimiento de Mahsa Amini, una joven kurda de 22 años que fue detenida por presuntamente violar las estrictas normas de vestimenta impuestas a las mujeres por la República Islámica.
Estas manifestaciones, tildadas por Teherán como “disturbios” instigados desde el extranjero, ocasionaron miles de detenciones y la lamentable pérdida de vidas humanas, incluyendo a varios miembros de las fuerzas de seguridad.
El viernes pasado, Majid Kazemi, Saleh Mirhashemi y Saeed Yaghoubi fueron ejecutados por ahorcamiento después de ser declarados culpables de “moharebeh” o “guerra contra Alah”.