El jefe de la agencia nuclear iraní, Mohammad Eslami, acusó a Israel de llevar a cabo un ataque a principios de año contra una instalación situada al oeste de Teherán, en la ciudad de Karaj, que produce piezas para los centros de enriquecimiento de uranio.
“El ataque a la instalación de centrifugado e investigación fue un acto terrorista llevado a cabo por el régimen sionista”, dijo Eslami en unas notas grabadas que fueron emitidas por la televisión estatal iraní y distribuidas en las redes sociales el lunes.
Afirmó que el ataque tenía como objetivo específico las cámaras y los equipos de vigilancia utilizados por el Organismo Internacional de la Energía Atómica e insinuó que Israel pretendía sabotear los vínculos de Irán con el organismo de la ONU.
Los comentarios de Eslami suponen un cambio en las declaraciones anteriores de los funcionarios, según las cuales las defensas aéreas de Irán frustraron el ataque, impidiendo cualquier daño grave a la instalación.
En julio, la empresa de inteligencia por satélite The Intel Lab reveló que las instalaciones de la ciudad de Karaj habían resultado dañadas. Según informes extranjeros, los daños se produjeron en un ataque el mes pasado.
El edificio industrial utilizado para producir las palas resultó dañado, y una gran sección del tejado de unos 45 metros de largo quedó completamente destruida en el ataque, que según varios informes fue llevado a cabo por aviones no tripulados.
Las marcas negras que aparecen en las imágenes de satélite indican que la estructura sufrió graves daños y que probablemente se produjo un incendio tras el ataque.