TEHERÁN – Teherán cuestionó el lunes la voluntad de Washington de llegar a un acuerdo para restablecer el acuerdo nuclear de 2015, con puntos de fricción clave sin resolver después de que las conversaciones se interrumpieran el mes pasado.
Irán lleva un año negociando con Francia, Alemania, Gran Bretaña, Rusia y China de forma directa, y con Estados Unidos de forma indirecta para reactivar el acuerdo, conocido formalmente como Plan Integral de Acción Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés).
Las negociaciones en la capital austriaca, Viena, tienen como objetivo que Estados Unidos vuelva al acuerdo nuclear, incluso mediante el levantamiento de las sanciones a Irán, y que se garantice el pleno cumplimiento de los compromisos por parte de Teherán.
“Realmente no sabemos si conseguiremos un acuerdo o no, porque Estados Unidos no ha mostrado la voluntad necesaria para llegar a un acuerdo”, dijo el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Saeed Khatibzadeh.
“Lo que queda son las decisiones de Washington”, añadió.
A principios de este mes, el homólogo de Khatibzadeh en el Departamento de Estado, Ned Price, dijo que era Teherán quien no cedía para hacer posible un acuerdo, pero que Washington seguía creyendo que había “oportunidad de superar las diferencias que nos quedan”.
El acuerdo de 2015 otorgaba a Irán un alivio de las sanciones a cambio de que frenara su programa nuclear para garantizar que Teherán no pudiera desarrollar un arma nuclear, algo que siempre ha negado querer hacer.
El acuerdo de 2015 no limitaba el programa de desarrollo de misiles nucleares de Irán, e incluía cláusulas de caducidad que lo hacían extremadamente peligros.
Desde el levantamiento de las sanciones tras la firma del JCPOA, el financiamiento a los grupos terroristas proxys de Irán en el Medio Oriente.
“Todos los componentes de la máxima presión deben ser eliminados”, dijo Khatibzadeh.
“Desgraciadamente, Estados Unidos está intentando mantener algunos de los elementos de la máxima presión”, añadió.
Las conversaciones están en pausa desde el 11 de marzo, después de que Rusia exigiera garantías de que las sanciones occidentales impuestas tras la invasión de Ucrania el 24 de febrero no perjudicarían su comercio con Irán.
Días después, Moscú dijo que había recibido las garantías necesarias.
Las negociaciones habían avanzado la mayor parte del camino hacia la reactivación del acuerdo, y las diferentes partes apuntaban a la “fase final”, pero los asuntos pendientes siguen sin resolverse.
“Queda más de una cuestión pendiente entre nosotros y Estados Unidos”, añadió Khatibzadeh.
Entre los principales puntos de fricción se encuentra la exigencia de Teherán de retirar a la Guardia Revolucionaria, el brazo ideológico del ejército iraní, de la lista de organizaciones terroristas de Estados Unidos.
El mes pasado, el negociador estadounidense Rob Malley dijo que los Guardias seguirían siendo “sancionados por la ley estadounidense” incluso en caso de acuerdo.
“Lo importante para nosotros es el beneficio seguro que obtendrá el pueblo iraní con el levantamiento de las sanciones”, dijo Khatibzadeh.