Irán no retrocederá en su postura “legítima y lógica” en su impasse nuclear con Estados Unidos, dijo el miércoles el presidente Ebrahim Raisi, un día después de que Francia advirtiera que sólo quedaban unas semanas para revivir el acuerdo nuclear de 2015.
El pacto parecía estar a punto de revivir en marzo, pero 11 meses de conversaciones entre Teherán y las principales potencias en Viena se desbarataron principalmente por la insistencia de Irán en que Washington eliminara a su fuerza de seguridad de élite, el Cuerpo de Guardias Revolucionarios Islámicos (CGRI), de la lista de Organizaciones Terroristas Extranjeras de Estados Unidos.
En un esfuerzo por superar el estancamiento y reducir las diferencias restantes, Teherán y Washington mantuvieron conversaciones indirectas en Qatar el mes pasado, pero terminaron sin avances.
“Irán no dará marcha atrás en su postura legítima y lógica… Aconsejo a los estadounidenses que… vean los hechos y aprendan de sus errores pasados”, dijo Raisi, según la televisión estatal.
Desde las conversaciones de Doha, Irán ha cuestionado la determinación de Estados Unidos de salvar el pacto, mientras que Washington ha dicho que Teherán ha añadido nuevas exigencias no relacionadas con las discusiones sobre su programa nuclear durante las últimas conversaciones.
Antecedentes
El martes, Francia dijo que faltaban pocas semanas para que se cerrara la ventana de oportunidad para salvar el pacto de 2015, y acusó a Teherán de utilizar tácticas dilatorias mientras seguía adelante con su programa de enriquecimiento de uranio. Un alto funcionario estadounidense aclaró que Washington no había fijado ese plazo.
Al ser preguntado por el comentario del ministro de Exteriores francés sobre las conversaciones, el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Nasser Kanaani, dijo a los periodistas: “Si no hubiera sido por los esfuerzos de Irán, la ventana de la diplomacia no estaría abierta ahora”.
En virtud del pacto nuclear de 2015 con las potencias mundiales, Irán dijo que iba a limitar su programa de enriquecimiento de uranio, una vía potencial para la fabricación de armas nucleares -aunque Teherán dice que sólo busca la energía atómica civil-, a cambio de un levantamiento de las sanciones internacionales.
En 2018, el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, renegó del acuerdo alcanzado antes de asumir el cargo, calificándolo de blando para Teherán, y restableció las duras sanciones estadounidenses contra Irán. Eso incitó a Teherán a empezar a violar los límites del acuerdo a su actividad nuclear.
Los países occidentales afirman que cuanto más tiempo pase Irán sin cumplir el acuerdo y produzca mayores cantidades de uranio enriquecido, más difícil será restablecer el pacto orientado a la no proliferación.