DUBAI, Emiratos Árabes Unidos – Irán publicó el jueves un vídeo en el que se ve a dos ciudadanos franceses detenidos por espionaje, en medio de las protestas que están sacudiendo el país y que Teherán ha intentado describir como un complot extranjero en lugar de la ira local por la muerte de un joven de 22 años detenido por la policía de la moral del país.
El vídeo publicado por la agencia de noticias estatal IRNA mostraba a dos ciudadanos franceses, Cecile Kohler y Chuck Paris, que son sindicalistas asociados a la Federación Nacional de Educación, Cultura y Formación Profesional de Francia.
Irán, que desde hace tiempo utiliza a los occidentales detenidos como moneda de cambio en las negociaciones, no ha ofrecido hasta ahora ninguna prueba pública que respalde las acusaciones de espionaje.
Los clips se parecían a otros vídeos que Teherán ha obligado a hacer a los presos. En 2020, un informe sugería que las autoridades habían emitido en la última década al menos 355 confesiones coaccionadas.
En los clips, Kohler lleva un pañuelo en la cabeza y supuestamente se describe como “agente de inteligencia y operaciones del servicio de seguridad exterior francés”. Supuestamente dice: “Nuestro objetivo en el servicio de seguridad exterior francés es presionar al gobierno de Irán”.
Los clips forman parte de lo que se describe como un próximo documental que se emitirá en la televisión estatal iraní.
Francia no respondió inmediatamente a la publicación de los videoclips. Sin embargo, en mayo, el gobierno francés exigió su liberación y condenó “estas detenciones sin fundamento”.
Su visita a Irán coincidió con meses de protestas de los profesores por la mejora de los salarios en el país.
Mientras tanto, Irán se ha visto sacudido por semanas de protestas por la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, que murió bajo custodia policial tras ser detenida por la policía de la moral del país.
Otro ciudadano francés, Benjamin Briere, fue condenado en enero por Irán a más de ocho años de prisión por espionaje, por fotografiar “zonas prohibidas” con un dron en 2020 durante lo que dijo era una visita turística al norte del país.
El abogado de Briere había alegado que su cliente estaba siendo utilizado como “moneda de cambio” en las negociaciones diplomáticas que en ese momento mantenían Irán y los países occidentales sobre el maltrecho acuerdo nuclear de Teherán con las potencias mundiales.