Tras el asesinato de Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Al-Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRI), Washington rogó a Teherán que no tomara represalias contra los intereses de los Estados Unidos, anunció el domingo el viceministro de Asuntos Exteriores de Irán, según la agencia de noticias semioficial Fars.
“Los Estados Unidos enviaron un mensaje a Irán a través del embajador suizo, cuya misión también actúa como sección de intereses de Washington en Teherán, para exigir que Irán no dé una respuesta, pero fue rechazado inmediatamente”, mencionó el viceministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohsen Baharvand.
El viceministro de Relaciones Exteriores se refirió luego a un reciente informe de las Naciones Unidas que describía el asesinato de Soleimani como una violación ilegal del derecho internacional.
“La condena del acto de los Estados Unidos por parte de la Sra. Agnés Callamard como relatora especial de las Naciones Unidas, experta y abogada imparcial, es valiosa, y el informe es ahora uno de los documentos de las Naciones Unidas y permanecerá durante varias décadas en el futuro”.
Soleimani fue el objetivo de un ataque con drones de los Estados Unidos a un convoy en el Aeropuerto Internacional de Bagdad en Irak el tres de enero. El ataque también mató a Abu Mahdi al-Muhandis, el comandante adjunto de las Unidades de Movilización Popular (PMU) de Iraq, que han sido denominadas como una fuerza sustituta iraní en la región.
En total, cinco hombres iraníes y cinco iraquíes murieron en el ataque.
A partir del ocho de enero, el CGRI lanzó ataques de represalia contra objetivos estadounidenses en la región.
A finales de junio, la República Islámica anunció que había emitido órdenes de detención contra 36 funcionarios implicados en la muerte de Soleimani, todos ellos acusados de asesinato y terrorismo.
“Se ha identificado a 36 personas que han estado involucradas u ordenado el asesinato de Soleimani, incluidos los funcionarios políticos y militares de los Estados Unidos y otros gobiernos, y los funcionarios judiciales han emitido órdenes de detención contra ellos, así como alertas rojas contra ellos a través de la Interpol”, mencionó en ese momento el fiscal general de Teherán, Ali Alqasimehr.
A la cabeza de la lista, según Alqasimehr está el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, añadiendo que será procesado una vez que termine su mandato en la Casa Blanca.
Irán había pedido a la Interpol que emitiera una “notificación roja” para pedir el arresto de Trump y los otros individuos de la lista. Sin embargo, tanto los Estados Unidos como la Interpol descartaron la idea de actuar con esa orden, y el enviado de los Estados Unidos a Irán, Brian Hook, descartó la orden como un “truco de propaganda”.
“Nuestra evaluación es que la Interpol no interviene y emite avisos rojos de naturaleza política”, indicó durante la conferencia de prensa que tuvo lugar en Arabia Saudita en ese momento.