Irán ha entregado el cuarto cargamento de condensado de petróleo crudo a Venezuela desde el comienzo de este año, ha informado Reuters, citando a un miembro del parlamento venezolano, pero el condensado está causando a PDVSA algunos problemas de calidad que están obstaculizando las exportaciones de crudo.
El condensado es vital para la petrolera estatal venezolana PDVSA, que se encuentra en dificultades, ya que prácticamente no tiene otras opciones para importarlo en medio de las sanciones de Estados Unidos. El crudo superligero se utiliza para mezclarlo con el crudo superpesado de PDVSA para hacerlo más líquido y, por tanto, más fácil de exportar.
Los dos países -y los amigos de las sanciones estadounidenses- formalizaron a principios de este año un acuerdo de intercambio por el que Irán seguiría suministrando condensado a Caracas y recibiría a cambio crudo venezolano.
El acuerdo, según el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, podría constituir una violación de las sanciones, pero no se tomaron medidas para evitarlo.
Tanto Venezuela como Irán planean aumentar su producción de petróleo, aunque Irán puede tener más posibilidades de hacerlo si las conversaciones nucleares con Estados Unidos llegan a buen puerto.
“Tenemos previsto invertir 145.000 millones de dólares en el desarrollo de la industria petrolera upstream y downstream en los próximos cuatro a ocho años, de ahí que acoja con satisfacción la presencia de inversores nacionales y extranjeros en la industria”, declaró a principios de año Javad Owji, nuevo ministro de Petróleo de Irán.
Mientras tanto, Venezuela ha aumentado sus exportaciones de petróleo, principalmente a China y Malasia, aunque esta última suele ser sólo una parada en el viaje del petróleo venezolano a China. En julio de este año, Venezuela exportó más de 700.000 bpd de crudo.
Desde entonces, sin embargo, las exportaciones han tenido problemas con la calidad del crudo y problemas de infraestructura.
Reuters informó esta semana de que en noviembre, las exportaciones de petróleo de Venezuela cayeron a unos 570.000 bpd, ya que el excesivo contenido de agua en algunos cargamentos de exportación provocó retrasos en la carga. Al mismo tiempo, la descarga de condensado iraní está ocupando la infraestructura portuaria esencial, complicando aún más las cosas para PDVSA.