Un asesor del líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, admitió el miércoles que Israel sustrajo el archivo nuclear del país, en lo que parece ser la primera admisión pública de la operación del Mossad de 2018 por parte de un funcionario iraní.
Momeen Rezaei, secretario del Consejo de Discernimiento de la Expedición que informa directamente al líder supremo, dijo a la agencia de noticias iraní Mehr News que el país necesita una gran renovación de su seguridad.
Rezaei dijo que “el país ha estado muy expuesto a violaciones de la seguridad, y el ejemplo es que en menos de un año se han producido tres incidentes de seguridad: dos explosiones y un asesinato”.
Las dos explosiones se produjeron en el emplazamiento nuclear de Natanz, primero en julio, llevándose por delante unas tres cuartas partes de la instalación de montaje de centrifugadoras en la superficie, y luego el domingo por la noche, cuando se destruyeron la red eléctrica y el sistema de reserva del emplazamiento, junto con un gran número de centrifugadoras. El asesinato fue del jefe del programa nuclear iraní, Mohsen Fakhrizadeh, en noviembre de 2020.
Rezaei añadió que “antes de esto, se han robado documentos de todo nuestro [archivo] nuclear, y antes de eso, unos drones sospechosos vinieron e hicieron algunos trabajos”.
Cuando el Mossad sacó de contrabando el archivo nuclear de Irán en 2018, con el primer ministro Benjamin Netanyahu presentando pruebas de que la República Islámica pretendía desarrollar un arma nuclear, Irán negó que fuera real. El negociador nuclear iraní Abbas Araghchi lo calificó como “una obra muy infantil e incluso ridícula”. Mohammad Marandi, uno de los negociadores de Irán para el acuerdo nuclear de 2015, dijo que Israel había “fabricado pruebas”.
Rezaei dijo que el ataque de esta semana a Natanz fue “un mal evento en términos de prestigio”, y que “lo hicieron para romper nuestra resistencia en la diplomacia”.
A principios de esta semana, Fereydoon Abbasi-Davani, ex jefe de la Organización de Energía Atómica de Irán, dijo que el ataque del domingo dañó miles de centrifugadoras, diciendo: “El diseño del enemigo era muy bonito”.