Irán descartó las pruebas presentadas por la embajadora de los Estados Unidos, Nikki Haley, de que habían suministrado a los hutíes de Yemen el misil disparado contra Arabia Saudita como «fabricado» y dijo que las acusaciones son infundadas.
«Esta supuesta evidencia, puesta a la vista pública hoy, es tan inventada como la presentada en otras ocasiones anteriores», dice Alireza Miryousefi, portavoz de la misión de Irán ante las Naciones Unidas.
Haley dijo en una conferencia de prensa en Washington que el misil disparado el 4 de noviembre por los hutíes y que fue interceptado cerca del aeropuerto de Riad, fue hecho por los iraníes.
«Irán rechaza categóricamente la acusación por infundada y, al mismo tiempo, irresponsable, provocativa y destructiva», dijo Miryousefi en un comunicado.
«El gobierno de los EE.UU. tiene una agenda y está constantemente trabajando para engañar al público y hacerle creer los casos que elaboraron para impulsarlo», agregó.
La misión iraní dice que las acusaciones formuladas por Haley tenían «la intención de desviar la atención de la devastadora guerra en Yemen encabezada por Arabia Saudita», un aliado clave de Estados Unidos.
«Estas hipérboles sirven a la agenda de los EE.UU. en Oriente Medio, incluido el apoyo desenfrenado de la administración al régimen israelí», agregó Miryousefi.