La República Islámica de Irán intensificó su violenta represión de los bahá’ís en una serie de acciones de detención, allanamientos de viviendas y denegación de tarjetas de identificación.
El Servicio Mundial de Noticias Bahá’í informó el martes que “estos acontecimientos son parte de un aumento de la persecución contra la comunidad bahá’í en Irán”, añadiendo “Las autoridades iraníes están impidiendo que los bahá’ís de todo el país obtengan tarjetas de identificación nacional, mientras que una serie de redadas en hogares, confiscaciones, arrestos y ataques a propiedades han apuntado injustamente a los bahá’ís”.
Según el informe del Servicio Mundial de Noticias Bahá’ís , “A pesar de las continuas afirmaciones de los funcionarios iraníes dentro del país y en los foros de la ONU de que los bahá’ís tienen derechos de ciudadanía”, dijo Diane Ala’i, representante de la Comunidad Internacional Bahá’í (BIC) en Ginebra. Continuó diciendo que “las autoridades están institucionalizando otro mecanismo más cuyo objetivo es destruir la comunidad bahá’í como entidad viable; de este modo se extiende una campaña de persecución incesante y de cuatro décadas de duración contra los bahá’ís en prácticamente todas las dimensiones de la vida: la cultural, la social, la educativa y la económica”.
Añadió: “Aun así, los bahá’ís de Irán siguen esforzándose por vivir de acuerdo con las enseñanzas de su Fe, que defienden la veracidad como ‘el fundamento de todas las virtudes humanas’. ¿Cómo podrían ser castigados los bahá’ís que solicitan sus tarjetas de identificación nacional, para trabajos en el sector público, o para inscribirse en una universidad simplemente por ser sinceros?”.
En respuesta al informe sobre el aumento de la violencia y la discriminación contra los bahá’ís del Irán, Irwin Cotler, ex ministro de Justicia y abogado de derechos humanos del Canadá, publicó en Twitter: “Profundamente preocupado por el aumento de la persecución por el régimen de Irán contra la comunidad bahá’í, incluidos los nuevos requisitos de identificación nacional que excluyen efectivamente a los bahá’ís del acceso a los derechos civiles, lo que consolida aún más el sistema de discriminación similar al apartheid”.
El Servicio Mundial de Noticias Bahá’í escribió que “los miembros de varias minorías religiosas del país se enfrentan a restricciones a la hora de solicitar una nueva tarjeta de identificación nacional, eliminando un mecanismo anterior que permitía seleccionar la opción ‘otro’ en lugar de una de las cuatro religiones reconocidas: islamismo, cristianismo, judaísmo o zoroastrismo”.
“La decisión de eliminar esa opción impide ahora a los bahá’ís obtener sus tarjetas de identificación, lo que les priva de servicios civiles básicos como solicitar un préstamo, cambiar un cheque o comprar una propiedad”.