BERLÍN – La República Islámica de Irán ha hospitalizado 66.657 personas con síntomas de coronavirus en sus 31 provincias.
Radio Farda informó el domingo que recogió datos que mostraban la magnitud del peor brote del virus mortal en el Medio Oriente. El régimen iraní dice que hizo pruebas a 35.000 personas para detectar el virus.
Radio Farda dijo que 4.298 personas han muerto debido al virus, mientras que los gobernantes de Teherán dicen que la tasa de mortalidad es de 2.500 muertes. La República Islámica es el epicentro del coronavirus en el Medio Oriente.
El régimen iraní ha sido acusado de engañar al público sobre la propagación de la enfermedad y sus medidas para proteger a la población.
Los funcionarios del Ministerio de Salud de Irán subrayan, escribió Radio Farda, que “sus datos se basan en pruebas de coronavirus administradas, y excluyen a los que solo tienen síntomas clínicos del COVID-19 pero no se les hace la prueba del virus. Debido a la falta de disponibilidad de suficientes kits de prueba esto podría mantener considerablemente los números bajos”.
Según el medio de comunicación, “Los datos de Radio Farda se basan en las cifras dadas por los funcionarios centrales y locales, y en el número de personas que han tenido síntomas de la enfermedad mortal en todo el país”.
El presidente de Irán arremetió el domingo contra las críticas por su tardía respuesta al peor brote de coronavirus en el Medio Oriente como una “guerra política”, diciendo que tenía que sopesar la protección de la economía al mismo tiempo que abordaba la pandemia.
Hassan Rouhani dijo que el gobierno tenía que considerar el efecto de los esfuerzos de cuarentena masiva en la atribulada economía de Irán, que está bajo fuertes sanciones de Estados Unidos. Es un dilema que se presenta en todo el mundo, ya que los líderes luchan por lograr un equilibrio entre la contención de la pandemia y la prevención del colapso de sus economías.
“La salud es un principio para nosotros, pero la producción y la seguridad de la sociedad también es un principio para nosotros”, dijo Rouhani en una reunión del gabinete. “Debemos reunir estos principios para llegar a una decisión final”.
“Este no es el momento de reunir seguidores”, añadió. “No es el momento de la guerra política”.
Incluso antes de la pandemia, Rouhani estaba bajo fuego por el desenlace del acuerdo nuclear de 2015 que concluyó con los Estados Unidos y otras potencias mundiales. El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se retiró del acuerdo y ha impuesto sanciones paralizantes a Irán que le impiden vender petróleo en los mercados internacionales.
La televisión estatal informó el domingo de otras 123 muertes, lo que eleva el número total de víctimas mortales de Irán a 2.640 entre 38.309 casos confirmados.
La mayoría de las personas solo sufren síntomas menores, como fiebre y tos, y se recuperan en pocas semanas. Pero el virus puede causar una enfermedad grave y la muerte, especialmente en pacientes ancianos o con problemas de salud subyacentes. Es altamente contagioso, y puede ser propagado por aquellos que no muestran síntomas.