Irán presentó el domingo su más reciente misil balístico, denominado Etemad, capaz de recorrer 1.700 kilómetros, en una ceremonia en Teherán a la que asistió el presidente Masoud Pezeshkian. La televisión estatal mostró imágenes del misil y lo describió como el último desarrollo del Ministerio de Defensa iraní.
Occidente ha expresado preocupación por los avances en el programa de misiles de Irán, acusándolo de desestabilizar la región. El nuevo misil tiene capacidad para alcanzar a Israel, país al que Irán atacó en dos ocasiones el año pasado durante la guerra de Gaza, originada por el grupo terrorista Hamás, respaldado por Teherán. Ambos ataques, con cientos de misiles, fueron mayormente interceptados por sistemas de defensa aérea israelíes en coordinación con Estados Unidos y aliados regionales.
Durante la ceremonia, Pezeshkian señaló en un discurso televisado que “el desarrollo de capacidades de defensa y tecnologías espaciales” busca disuadir posibles agresiones contra Irán. La presentación coincidió con el Día Nacional Aeroespacial de Irán y ocurrió días antes del aniversario 46 de la República Islámica.
Desde que Donald Trump regresó a la presidencia de Estados Unidos, Irán ha intensificado sus exhibiciones militares, incluyendo la revelación de bases subterráneas y grandes ejercicios de defensa. Simultáneamente, ha reiterado su disposición a retomar negociaciones sobre su programa nuclear, el cual ha generado fricciones con potencias occidentales durante décadas.
Trump, en su primer mandato, retiró a Estados Unidos del acuerdo nuclear de 2015, argumentando que no prevenía suficientemente que Irán desarrollara armas nucleares. Aunque Irán sostiene que su programa es pacífico, ha enriquecido uranio a niveles alarmantes según la ONU. En diciembre, el Reino Unido, Francia y Alemania señalaron que no existe una “justificación civil creíble” para ese nivel de enriquecimiento.
Israel, que ve a un Irán con armas nucleares como una amenaza existencial, ha advertido que podría actuar unilateralmente contra las instalaciones nucleares iraníes. Por su parte, Irán ha reiterado en múltiples ocasiones su intención de destruir a Israel.
Tras la ruptura de relaciones con Estados Unidos en 1979, Irán se ha visto obligado a desarrollar su propio armamento. Durante la guerra con Irak (1980-1988), el país enfrentó un embargo de armas, lo que lo llevó a construir un arsenal significativo, que incluye misiles, drones y sistemas de defensa aérea.
El anuncio del nuevo misil ocurrió apenas un día después de que Teherán revelara una instalación subterránea de misiles en la costa sur y dos semanas después de presentar una nueva base naval subterránea.