El ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, afirmó que su país no retomará las conversaciones con Estados Unidos sobre su programa nuclear mientras la administración de Donald Trump mantenga su política de “máxima presión”. En una entrevista concedida a la AFP desde el consulado iraní en Yeda, Arabia Saudita, señaló que, aunque Teherán continuará negociaciones con otras potencias, no aceptará el enfoque de sanciones impuesto por Washington.
Ese mismo día, Trump declaró a Fox Business que había enviado una carta a Irán advirtiéndole de que debía negociar o enfrentaría una respuesta militar. “Espero que vayan a negociar, porque si tenemos que intervenir militarmente, será algo terrible para ellos”, sostuvo el mandatario estadounidense.
Araghchi también respondió a las amenazas israelíes de atacar el programa nuclear iraní, asegurando que este no podría ser eliminado mediante una ofensiva militar. Reiteró que las instalaciones nucleares del país están distribuidas estratégicamente y resguardadas, además de advertir que cualquier agresión contra Irán recibiría una respuesta proporcional contra Israel.
Según el ministro, Irán mantiene el enriquecimiento de uranio a niveles cercanos a los necesarios para armamento, lo que ha generado preocupación internacional. La ONU sostiene que estos niveles no tienen un uso civil viable.
Araghchi: “No habrá diálogo con EE. UU. bajo presión y amenazas”
Preguntado sobre la posibilidad de reabrir negociaciones con Estados Unidos, Araghchi fue tajante: “No entraremos en conversaciones directas mientras continúe la política de máxima presión y las amenazas de Washington”. No obstante, destacó que Teherán sigue en contacto con los tres países europeos firmantes del acuerdo nuclear, además de Rusia y China, con quienes espera alcanzar resultados positivos.
El diplomático insistió en que cualquier nuevo acuerdo con Estados Unidos debe basarse en condiciones justas y equitativas. Subrayó que Irán solo responde a un lenguaje de respeto y dignidad, no a la coerción. “Si Washington quiere regresar a un pacto nuclear, debe reconocer que la presión y las amenazas no funcionarán con nosotros”, aseveró.
Araghchi reafirmó que las discusiones con los países europeos, Rusia y China continúan activamente y que estos actores pueden servir como intermediarios para trasladar los puntos de vista de Irán al gobierno estadounidense.
Respuesta a la amenaza de Israel: “Un ataque encendería la región”
Sobre la posibilidad de una ofensiva israelí contra el programa nuclear iraní, Araghchi descartó que un ataque pudiera destruirlo. Explicó que la tecnología nuclear de Irán no se encuentra únicamente en instalaciones físicas, sino en el conocimiento adquirido por sus científicos, lo que hace imposible su erradicación mediante bombardeos.
Afirmó que las instalaciones nucleares están bien protegidas y que cualquier agresión militar recibiría una represalia inmediata. “Los israelíes saben que cualquier acción contra Irán tendrá una respuesta similar contra ellos”, advirtió. En su opinión, Israel busca involucrar a otros países en un conflicto con Irán y arrastrar a Estados Unidos a una guerra que le resultaría desastrosa.
Para el ministro, si Israel tuviera la certeza de que un ataque lograría sus objetivos, ya lo habría llevado a cabo. En cambio, cree que la amenaza de guerra es solo una estrategia de presión. “Si se produjera un ataque, se desataría un incendio generalizado en la región”, alertó.
Relación con Turquía y Siria: cooperación y estabilidad regional
Consultado sobre las acusaciones de Turquía de que Irán utiliza milicias para desestabilizar la región, Araghchi rechazó la afirmación y responsabilizó a Ankara y otros países por la crisis en Siria. Sostuvo que la intervención extranjera ha facilitado la expansión de Israel en territorio sirio y la destrucción de su infraestructura.
A pesar de ello, aseguró que Irán mantiene relaciones amistosas con Turquía y continuará el diálogo sobre asuntos regionales.
Sobre la posibilidad de establecer lazos con el nuevo gobierno sirio, Araghchi explicó que Irán no tiene prisa en este sentido, pero apoya la formación de un gobierno inclusivo. “Queremos estabilidad y paz en Siria, preservar su unidad territorial y poner fin a la ocupación extranjera”, afirmó.
Reiteró que cualquier confrontación que cause muertes o inestabilidad debe evitarse. Actualmente, Irán solo actúa como observador en los asuntos sirios y espera que los grupos ilegales que han contribuido a la inestabilidad se reintegren al marco legal.
Para Teherán, el futuro de Siria debe definirse sin injerencias externas y con un gobierno que represente a todos los sectores de la sociedad.