El presidente iraní, Masoud Pezeshkian, descartó cualquier negociación con Estados Unidos mientras su país siga bajo amenazas y desafió al mandatario Donald Trump con un mensaje directo: “Haz lo que te dé la gana”. Sus declaraciones coinciden con maniobras militares conjuntas entre Irán, Rusia y China en una clara demostración de poder en la región.
Pezeshkian, citado por medios estatales iraníes, dejó claro que su gobierno no aceptará imposiciones de Washington. “Nos resulta inaceptable que den órdenes y amenacen. No voy a negociar contigo”, afirmó el líder iraní.
El ayatolá Ali Jamenei, líder supremo de Irán, respaldó esta postura al rechazar cualquier negociación basada en intimidaciones. Sus declaraciones se produjeron un día después de que Trump asegurara haber enviado una carta a Teherán con la intención de reactivar un acuerdo nuclear. Sin embargo, Irán negó haber recibido dicha comunicación y, aun así, emitió varios pronunciamientos sobre el tema.
Mientras tanto, Trump reanudó su estrategia de “máxima presión” contra Irán. Su gobierno decidió eliminar una exención de sanciones que permitía a Irak comprar electricidad a su vecino chiíta, endureciendo aún más el aislamiento económico de Teherán. El canciller iraní, Abbas Araghchi, condenó la medida y reiteró que su país no cederá ante presiones externas.

En 2015, un acuerdo promovido por el expresidente estadounidense Barack Obama ofreció a Irán un alivio de sanciones a cambio de limitar su programa nuclear. No obstante, Trump retiró a EE. UU. del pacto debido a que Irán aceleraba su programa de misiles nucleares.
Analistas y organismos internacionales advierten que los niveles actuales de enriquecimiento solo son alcanzados por países que buscan desarrollar armas nucleares. Israel y Estados Unidos han reiterado que no permitirán que Irán obtenga una bomba atómica, lo que aumenta el riesgo de un conflicto militar.
En paralelo a estas tensiones, Irán exhibió su fuerza militar con ejercicios navales junto a Rusia y China. Las maniobras, denominadas Cinturón de Seguridad Marítima 2025, tuvieron lugar en el Golfo de Omán, cerca del estratégico Estrecho de Ormuz, una zona clave para el comercio de petróleo. En los últimos años, la región ha sido escenario de ataques contra embarcaciones y la incautación de buques por parte de Irán tras la retirada de EE. UU. del acuerdo nuclear.

Este tipo de ejercicios han generado preocupación internacional. Durante las maniobras, el Reino Unido alertó sobre interferencias en sistemas GPS en el Estrecho de Ormuz, lo que obligó a las embarcaciones a utilizar métodos alternativos de navegación. Analistas especulan que esta interferencia podría estar relacionada con tácticas para dificultar el uso de misiles y drones en la zona.
La creciente tensión entre Irán y EE. UU. sigue alimentando temores de una escalada militar, mientras Teherán refuerza su cooperación con potencias como Rusia y China en un escenario geopolítico cada vez más volátil.
China y Rusia refuerzan presencia en aguas patrulladas por EE. UU.

Buques de guerra chinos y rusos participaron en los ejercicios navales junto a Irán en una región estratégicamente controlada por la Marina de EE. UU. en Medio Oriente. Rusia desplegó las corbetas Rezky y Héroe de la Federación Rusa Aldar Tsydenzhapov, además del petrolero Pechenega, mientras que China envió el destructor de misiles guiados Baotou y el buque de suministro Gaoyouhu. Ninguno de los países detalló la cantidad de personal involucrado en las maniobras.
Aunque ni China ni Rusia mantienen patrullas regulares en las aguas del Medio Oriente, estas siguen siendo cruciales para el comercio global de energía y están bajo la vigilancia de la Quinta Flota de EE. UU., con base en Bahréin. Entre los países que enviaron observadores al simulacro se encuentran Azerbaiyán, Irak, Kazajistán, Omán, Pakistán, Qatar, Sudáfrica, Sri Lanka y los Emiratos Árabes Unidos. Es probable que las fuerzas estadounidenses también hayan seguido de cerca las maniobras.
Pese a su limitada presencia en la región, China y Rusia tienen intereses estratégicos en Irán. Pekín continúa comprando petróleo iraní, a menudo a precios reducidos debido a las sanciones occidentales, y sigue siendo uno de los principales destinos de las exportaciones de Teherán. Por otro lado, Moscú ha recurrido a Irán para obtener drones armados, utilizados en su ofensiva en Ucrania.
Irán exhibe poder naval en medio de tensiones con Israel

La televisión estatal iraní ha destacado los simulacros navales con segmentos de fuego real y marineros operando cañones en alta mar. Estas maniobras coinciden con la reciente escalada entre Irán e Israel y buscan reforzar el apoyo interno tras enfrentamientos que sacudieron a la población iraní.
El ejercicio naval sigue a una serie de enfrentamientos sin precedentes el año pasado, cuando Israel combatió a grupos terroristas respaldados por Irán, como Hamás en Gaza y Hezbolá en el Líbano. En respuesta, Irán lanzó cientos de misiles balísticos y drones contra territorio israelí en dos ocasiones. Sin embargo, la mayoría de estos ataques fueron interceptados por las defensas aéreas israelíes con apoyo de EE. UU. y aliados regionales.
Israel respondió con ataques aéreos más intensos en cada ocasión, golpeando infraestructuras clave del programa de misiles balísticos de Irán y sus sistemas de defensa aérea. Aunque el gobierno de Teherán intentó minimizar el impacto de estas represalias, la situación generó inquietud entre la población iraní.
La ofensiva israelí debilitó significativamente a los aliados de Irán en la región. La eliminación de líderes de Hamás y Hezbolá afectó su influencia, mientras que la caída del presidente sirio Bashar al-Assad en diciembre supuso otro revés para la estrategia iraní en Medio Oriente.
Hutíes renuevan amenazas contra el tráfico marítimo en Medio Oriente

Los islamistas hutíes de Yemen han advertido sobre la reanudación de ataques contra embarcaciones en el mar Rojo, el Golfo de Adén y el estrecho de Bab el-Mandeb, rutas clave para el comercio global. Abdul-Malik al-Hutí, líder del grupo, fijó un ultimátum para que se restablezca la ayuda a Gaza, advirtiendo que sin respuesta atacarían nuevamente los buques vinculados a Israel. La fecha límite venció el martes sin incidentes reportados, pero la incertidumbre persiste entre las navieras.
Los hutíes han lanzado más de 100 ataques contra barcos mercantes, hundiendo dos embarcaciones y causando la muerte de cuatro marineros. Aunque la mayoría de los blancos no tenían relación con Israel, la amenaza ha alterado el comercio marítimo en la región. Además, el grupo ha disparado misiles balísticos y drones directamente hacia territorio israelí, matando a una persona en Tel Aviv y provocando daños en varias zonas, aunque la mayoría de los proyectiles fueron interceptados antes de llegar a su objetivo.
Las Fuerzas de Defensa de Israel han reforzado su nivel de alerta ante una posible reanudación de los ataques. Sin embargo, el Comando del Frente Interno no ha emitido nuevas instrucciones para la población, manteniendo la vigilancia ante cualquier escalada.