El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, informó que un subdirector del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) llegará a Teherán el lunes. Será la primera visita de un alto cargo del organismo desde que Irán suspendió su cooperación el mes pasado, tras la guerra de doce días contra Israel. El ministro indicó que no se realizarán inspecciones ni visitas a instalaciones nucleares durante la estancia del funcionario.
Araghchi precisó que la reunión con el OIEA se enfocará en establecer un nuevo marco de cooperación y que, hasta alcanzar un acuerdo, el país no reanudará la colaboración. La identidad del enviado no se había confirmado, aunque la agencia iraní Fars informó que podría tratarse de Massimo Aparo, subdirector a cargo del Departamento de Salvaguardias.
El OIEA ha advertido que Irán podría reactivar su enriquecimiento de uranio en pocos meses y que no ha podido ubicar material cercano a grado armamentístico en posesión de Teherán. Irán suspendió la cooperación con el organismo alegando que este no condenó los ataques israelíes y estadounidenses contra instalaciones nucleares iraníes durante la guerra de junio.
la guerra, iniciado por Israel el 13 de junio como acción preventiva ante la posibilidad de que Irán desarrollara un arma nuclear, interrumpió las negociaciones nucleares entre Teherán y Washington iniciadas en abril. Desde entonces, Irán exige garantías contra acciones militares antes de reanudar cualquier diálogo con Estados Unidos. Araghchi señaló que han recibido mensajes de Washington, aunque no existe un acuerdo concreto.
El 25 de julio, diplomáticos iraníes se reunieron con representantes de Alemania, el Reino Unido y Francia, quienes advirtieron que impondrán sanciones a finales de agosto si no hay un pacto nuclear. El mecanismo de reactivación previsto en el acuerdo de 2015 restablecería sanciones de la ONU y expira en octubre. Teherán ha advertido que responderá si se aplica esta medida.
Irán sostiene que no busca fabricar armas nucleares, aunque ha enriquecido uranio a niveles sin uso civil, ha restringido el acceso de inspectores internacionales y ha ampliado su capacidad balística, mientras emite amenazas contra Israel. El gobierno israelí afirmó que atacó el programa nuclear iraní, su infraestructura misilística y la cúpula militar para impedir que alcanzara capacidad de fabricar armas nucleares.
Estados Unidos participó en la operación israelí atacando instalaciones nucleares en Fordo, Isfahán y Natanz. En respuesta, Irán lanzó misiles balísticos que causaron decenas de muertes civiles y daños graves en varias ciudades israelíes.