Irán no ha podido recuperarse de la pérdida del general Qassem Soleimani, muerto en un ataque de drones estadounidenses en Irak el 3 de enero, dijo el martes un alto funcionario de la inteligencia occidental.
Soleimani encabezaba la Fuerza Quds, la división de élite del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria iraní, que se especializa en operaciones de guerra no convencional y de inteligencia militar y sirve como el brazo de la república islámica para operaciones encubiertas en el extranjero.
Soleimani fue una figura clave en la difusión y el mantenimiento de las aspiraciones de hegemonía regional del Irán mediante actos de terrorismo. Ejerce un inmenso poder e influencia en su posición y es considerado por muchos como el segundo después del líder supremo, el ayatolá Alí Khamenei; y aunque su adjunto, el general Esmail Ghaani, fue nombrado su sucesor, hay un consenso entre los funcionarios de inteligencia occidentales de que él palidece en comparación.
En una reunión informativa para la prensa, el alto funcionario de los servicios de inteligencia dijo que Soleimani “hacía lo que quería en Siria e Irak, y de hecho operaba libremente en el Oriente Medio” en nombre de Teherán.
Su eliminación “supuso un golpe aplastante para los esfuerzos de expansión iraní en la región”, añadió.
Ghaani, explicó el funcionario, “carece de las capacidades únicas de Soleimani” como táctico y estratega, y por lo tanto “no puede realmente llenar sus zapatos”. En este sentido, la eliminación de Soleimani tiene implicaciones de gran alcance en los planes futuros de Irán en la región”.
Se negó a comentar si la inteligencia israelí proporcionada a los Estados Unidos desempeñó algún papel en el momento o la forma del asesinato del general iraní.
Mientras tanto, el enviado de Irán a Irak afirmó el martes que, en el momento de su asesinato, Soleimani estaba en una misión con el objetivo de resolver la tensión entre Irán y su archirrival del Golfo, Arabia Saudita.
El embajador Iraj Masjedi afirmó que Soleimani estaba destinado a transmitir la posición de la República Islámica en los intentos de mediación entre Teherán y Riad, en los que participó Irak.
“Esto incluía la posición de Irán en la lucha contra el terrorismo y el logro de la paz y la seguridad en la región”, dijo Masjedi. “Teherán acoge con beneplácito el papel de Irak en los esfuerzos por resolver las disputas entre Irán y Arabia Saudita. Teherán quiere resolver las disputas y desafíos con Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos lo antes posible”.
La afirmación de que Soleimani estaba en una misión diplomática en Irak ha sido desestimada por los funcionarios de inteligencia occidentales, ya que se cree que estaba en el país para orquestar disturbios masivos fuera de la Embajada Americana en Bagdad y ataques a las fuerzas estadounidenses estacionadas en Irak.