BERLÍN – El presidente de la República Islámica de Irán, Hassan Rouhani, emitió una serie de comentarios sorprendentes en una reunión del gabinete económico el jueves, declarando que las sanciones de Estados Unidos no han impedido que Teherán combata la crisis del coronavirus.
Los comentarios de Rouhani contradicen el relato que su ministro de Asuntos Exteriores, Mohammad Javad Zarif, ha presentado a las audiencias occidentales con la esperanza de conseguir un alivio de las sanciones.
Radio Farda calificó el jueves los esfuerzos de Zarif como una “campaña de propaganda de una semana en la prensa y los medios de comunicación social dirigida a los Estados Unidos y Europa sobre los efectos adversos de las sanciones en la capacidad del Irán para hacer frente al brote”.
Sin embargo, Rouhani dijo que “Irán no tiene problemas para proporcionar divisas hasta el final del año [iraní]”, en marzo de 2021.
La Agencia de Noticias de la República Islámica informó que Rouhani también dijo “no tendremos ningún problema” con respecto a las demandas médicas y farmacéuticas.
Según IRNA, Rouhani dijo sobre el tema del cuidado de la salud que “la mayoría de las necesidades se están suministrando a nivel nacional”.
“Señaló que otros productos como las mascarillas y los desinfectantes se producen en el país”, escribió IRNA.
Las declaraciones de Rouhani contradicen a Zarif, quien ha dicho que Estados Unidos está llevando a cabo un “terrorismo médico” contra la República Islámica.
Los críticos de la campaña de Teherán para obtener el alivio de las sanciones afirman que el régimen clerical de Irán ya puede recibir ayuda humanitaria y médica a través de dos canales: el corredor humanitario dirigido por Suiza y el programa Instex, operado por la Unión Europea.
IRNA escribió que “Parte de los activos de Irán que habían sido congelados en algunos países debido a la presión de Estados Unidos serán posiblemente liberados gracias a los esfuerzos realizados por” el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Banco Central de Irán.
El gobierno de los Estados Unidos impuso sanciones al régimen de Irán por su programa nuclear, el terrorismo internacional y su programa de misiles balísticos.