Irán ha instado a los países islámicos a imponer un embargo total de petróleo a Israel en respuesta a la explosión en un hospital en Gaza.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, a través de una declaración publicada en Telegram y citada por Bloomberg, expresó la necesidad de un “embargo inmediato y completo al régimen sionista por parte de los países islámicos”. El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Hossein Amirabdollahian, fue el encargado de hacer esta solicitud, además de instar a los países musulmanes a expulsar a sus respectivos embajadores israelíes si mantienen relaciones diplomáticas con Israel.
Amirabdollahian advirtió que “si no cesan los crímenes de guerra” y continúa el conflicto en Gaza, la situación en la región podría descontrolarse. Estas declaraciones se produjeron en el marco de una reunión de emergencia del Comité Ejecutivo de la Organización de Cooperación Islámica (OCI) en Yeda, Arabia Saudí, donde Amirabdollahian se reunió con su homólogo kuwaití.
La solicitud de embargo de petróleo de Irán se produce después de un incidente en el que un cohete de la Yihad Islámica impactó en un hospital en Gaza, lo que desencadenó una escalada de tensiones. Tanto el ejército israelí como Hamás se acusaron mutuamente de ser responsables del ataque, lo que llevó a un aumento del precio del petróleo en más del 2 % en las primeras horas del miércoles.
La llegada del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a Israel para abordar el conflicto también tuvo implicaciones, ya que se canceló una reunión programada con líderes árabes en Jordania. Biden, al comentar sobre el ataque al hospital, afirmó que, según su evaluación, no había sido llevado a cabo por Israel, sino por “el otro equipo”.
A pesar de que Israel es un pequeño importador de petróleo, la posibilidad de una escalada en el conflicto entre Hamás e Israel en Oriente Próximo genera preocupación entre los analistas, especialmente en lo que respecta al suministro de petróleo en la región exportadora más importante del mundo.
La reciente postura de Arabia Saudí, que también ha expresado su apoyo a los palestinos en sus conversaciones con Estados Unidos, sugiere que un rápido cese de los combates es poco probable, y la posibilidad de una mayor implicación regional se vislumbra, especialmente si los precios del petróleo continúan siendo un factor determinante en la región.