Para preparar la próxima visita del presidente iraní, Siria y su importante aliado Irán alcanzaron el sábado un acuerdo para renovar un acuerdo estratégico económico entre ambas naciones.
Teherán ha enviado miles de soldados respaldados por Irán a Siria desde 2011 para apoyar al presidente sirio Bashar Assad en su intento de mantener el poder frente a un levantamiento que ha provocado la muerte de cientos de miles de personas y el desplazamiento de millones más.
Siria depende en gran medida del petróleo iraní y de líneas de crédito por valor de miles de millones de dólares que le ayuden a capear el temporal económico provocado por las sanciones impuestas por Occidente. La inflación se ha disparado, la moneda se ha desplomado y los cortes de electricidad han sido habituales tanto en las zonas de Siria controladas por el gobierno como por la oposición en la última década.
En 2019, Siria e Irán firmaron alrededor de una docena de asociaciones económicas separadas para fortalecer sus conexiones comerciales como parte del pacto económico estratégico a largo plazo.
Hossein Amir-Abdollahian, ministro de Asuntos Exteriores iraní, se reunió con Assad y su homólogo sirio, Faisal Mekdad, en Damasco, pero no se acordó ninguna fecha para la firma de la prórroga.
En una rueda de prensa posterior a las conversaciones, Amir-Abdollahian declaró: “Teherán y Damasco seguirán cooperando en todo, especialmente en energía”.
Mekdad se mostró de acuerdo, afirmando que los acontecimientos de los “próximos días” reforzarán aún más sus puntos de vista.
Para contrarrestar las medidas económicas forzosas e inconstitucionales impuestas por Occidente a ambos países, “investigamos métodos para ampliar las conexiones económicas y comerciales y mejorar la colaboración”, declaró Mekdad.
Israel ha llevado a cabo cientos de ataques aéreos en territorio sirio controlado por el gobierno en los últimos años debido a su preocupación por la presencia de Irán allí.
Israel ha afirmado que ataca bases de grupos terroristas aliados de Irán, como el libanés Hezbolá, que ha aportado miles de combatientes para ayudar al ejército de Assad, pero rara vez admite o discute tales operaciones.