Tras una reunión celebrada el miércoles en Jerusalén entre el secretario de Estado británico para Oriente Próximo, Lord Tariq Ahmad, y el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Eli Cohen, Israel exigió que el Reino Unido identifique a la Guardia Revolucionaria Iraní como grupo terrorista.
“Reiteré mi deseo de que el Reino Unido designe rápidamente a el CGRI como grupo terrorista. Tal medida enviaría al gobierno terrorista iraní un mensaje claro de que debe poner fin a sus acciones terroristas tanto en Oriente Medio como fuera de él”, añadió Cohen.
Hasta la fecha, sólo Estados Unidos, Bahréin y Arabia Saudita han reconocido a el CGRI como grupo terrorista, a pesar de los esfuerzos del primer ministro Benjamin Netanyahu y de Israel.
Sin embargo, a raíz del asesinato de manifestantes de la oposición por parte de la República Islámica, la cuestión ha adquirido fuerza en Europa.
Desde su toma de posesión la semana pasada, Cohen ha sacado el tema en todos los contactos que ha mantenido con funcionarios extranjeros que le han llamado para desearle lo mejor.
Llamó a representantes de Holanda, Alemania, Estonia, Austria y al ministro británico de Asuntos Exteriores, James Cleverly, que visitará Israel en breve.
Un día después de que Alemania dijera que la acción sería políticamente significativa y lógica, el ministro de Asuntos Exteriores de Francia declaró el martes que no había descartado la posibilidad de que la Unión Europea clasificara a el CGRI como organización terrorista.
A la pregunta de si París apoya la designación del CGRI, la portavoz del Ministerio francés de Asuntos Exteriores, Anne-Claire Legendre, respondió que, dada la persistencia de esta represión, Francia está trabajando con sus aliados europeos en nuevas medidas de sanción, sin excluir ninguna.
Según la ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, una nueva ronda de sanciones no sería suficiente.
Escribió en Twitter: “Incluir a la Guardia Revolucionaria en la lista de organizaciones terroristas es políticamente significativo y tiene sentido”, y añadió que aún quedaban obstáculos legales por superar.
Si el CGRI fuera declarada organización terrorista, sería ilegal ser miembro, asistir a reuniones y exhibir el logotipo de la organización en público.
Los Guardias son una fuerza poderosa en la política iraní, a cargo de gran parte de la economía y las fuerzas armadas, y encargados de los programas nuclear y de misiles balísticos de Irán. Se crearon tras la Revolución Islámica de 1979 en Irán para defender el régimen clerical chiíta.
Desde la toma de posesión del presidente Ebrahim Raisi, en cuyo gobierno hay decenas de oficiales de la Guardia Revolucionaria, ha aumentado el dominio político del CGRI en la intrincada estructura de poder de Irán.
Su filial, el Basij, ha estado a la vanguardia de la represión gubernamental de las protestas provocadas por el asesinato de Mahsa Amini, de 22 años, el 16 de septiembre mientras estaba bajo custodia de la policía de la moralidad.
El gobierno británico y sus funcionarios han permanecido en general mudos sobre el tema, a pesar de las especulaciones generalizadas de que Gran Bretaña, que ya no es miembro de la Unión Europea, tiene la intención de nombrar también a el CGRI como organización terrorista.
Peligro permanente para Europa
Según una declaración de la embajada británica facilitada a The Jerusalem Post, este año se han producido al menos 10 “amenazas por parte de Irán de secuestrar o asesinar a ciudadanos británicos o residentes en el Reino Unido”, y el CGRI representa una amenaza continua para Europa.
A ello se suma, según el Reino Unido, la entrega de drones armados por parte de Irán a Rusia para que los utilice en su conflicto con Ucrania.
“Por su implicación en la difusión de armas, violaciones de los derechos humanos y apoyo al terrorismo, el Reino Unido ha sancionado a más de 300 personas y organizaciones iraníes, incluido el CGRI en su totalidad”, dijo.
El Reino Unido dejó claro que no comentará si se está estudiando la inclusión de un grupo en su lista de organizaciones terroristas.
Según el Reino Unido, siguen en vigor sanciones contra más de 300 personas y organizaciones iraníes por violaciones de los derechos humanos, proliferación nuclear y terrorismo. Además, declaró que “mantiene una variedad de sanciones que funcionan para frenar la conducta desestabilizadora del CGRI”.
Ahmad, que se encuentra de visita en Israel durante dos días, declaró: “Me alegra estar de vuelta en Israel y reunirme con la nueva administración. Israel es un socio valioso para el Reino Unido, y estoy deseando seguir avanzando en nuestra cooperación comercial y elevar nuestros lazos personales”.
“Abordé con mis colegas los peligros para la seguridad a los que tanto Israel como el Reino Unido se enfrentan, incluidas las actividades desestabilizadoras de Irán en la zona y la invasión deliberada y no provocada de Ucrania por parte de Rusia”, afirmó.