En el asesinato del 27 de noviembre de Mohsen Fakhrizadeh, entonces jefe del programa nuclear militar iraní, intervino un arma de control remoto asistida por inteligencia artificial, según afirmó el sábado el New York Times.
En un extenso artículo en el que repasa el atentado contra Fakhrizadeh, apodado “el padre de la bomba nuclear iraní”, el diario afirma que Israel estuvo detrás de su muerte. El informe alegaba además que Israel había querido eliminar al científico durante 14 años, y que había planeado hacerlo en 2009 en Teherán, pero que la agencia de inteligencia Mossad canceló la operación en el último momento porque su “trama se había visto comprometida”.
La república islámica ha acusado a Israel -que desde hace tiempo es sospechoso de haber matado a varios científicos nucleares iraníes hace una década- de haber participado en la eliminación de Fakhrizadeh. Jerusalén ha guardado silencio sobre el asunto.
Según el NYT, en julio de 2020, el Mossad supuestamente llevó a cabo su misión utilizando una ametralladora de francotirador que fue operada por un agente desde más de 1.000 millas de distancia. Fakhrizadeh y su esposa iban en un auto a las afueras de Teherán, junto con un equipo de guardias armados en coches de escolta, cuando el científico fue asesinado utilizando un “robot asesino”.
Toda la operación se llevó a cabo por control remoto, según el New York Times, y el escuadrón de asesinos que había planeado el ataque ya había abandonado Irán cuando se activó el robot.
Según el periódico, la trama sacada de la ciencia ficción fue confirmada por altos funcionarios israelíes, iraníes y estadounidenses, “incluidos dos funcionarios de los servicios de inteligencia familiarizados con los detalles de la planificación y la ejecución de la operación, y declaraciones de la familia del Sr. Fakhrizadeh a los medios de comunicación iraníes”.
El New York Times atribuyó el éxito del asesinato a la “amplia planificación y vigilancia del Mossad”. También acusó a la Guardia Revolucionaria de Irán de fallos de seguridad e incluso criticó a Fakhrizadeh por negarse a tomar las medidas adecuadas para protegerse de ser asesinado.
Según el periódico, la eliminación de Fakhrizadeh fue “la prueba de debut” de un francotirador computarizado, asistido por inteligencia artificial, que tiene ojos de múltiples cámaras y se maneja vía satélite y es capaz de disparar 600 balas por minuto, un arma que “probablemente reconfigurará los mundos de la seguridad y el espionaje”.