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Manifestantes iraníes se congregaron frente a la antigua embajada de Estados Unidos en Teherán para recordar el aniversario de la crisis de los rehenes de 1979, un evento que ha marcado profundamente las relaciones entre Teherán y Washington.
A las afueras del edificio, hoy convertido en museo y conocido como la “Guarida de los Espías” debido a su simbolismo, las multitudes coreaban frases como “¡Muerte a Israel, muerte a Estados Unidos!” y quemaron banderas de ambos países. La fachada del lugar está cubierta con murales de fuertes mensajes antiamericanos.
Durante la manifestación, Hossein Salami, jefe del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, criticó a Estados Unidos e Israel, afirmando que “no pueden sobrevivir masacrando y matando musulmanes”.
“Siempre les advertimos que, si no cambian su comportamiento, enfrentarán el colapso y la destrucción”, advirtió Salami en su discurso dirigido a los asistentes en Teherán.
Estas manifestaciones se realizan anualmente en Irán desde 1979, año en que se desató la crisis de los rehenes.
El incidente comenzó en noviembre de ese año, poco después de la Revolución Islámica, liderada por el ayatolá Ruhollah Jomeini, que derrocó al Sha Mohammed Reza Pahlavi, quien contaba con el apoyo de Occidente.
Estudiantes leales a Jomeini tomaron la embajada de Estados Unidos y mantuvieron cautivos a 52 empleados durante 444 días, exigiendo que Washington entregara al depuesto sha, que había recibido tratamiento médico en Estados Unidos.
En medio de esta crisis, en 1980, Washington rompió oficialmente sus relaciones diplomáticas con Teherán, y desde entonces, estas han permanecido congeladas.