El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei, denunció el miércoles como “satánico” el plan de Estados Unidos para resolver el conflicto israelí-palestino y predijo que las naciones musulmanas sin duda impedirán que la propuesta se ponga en práctica.
El presidente de Estados Unidos Donald Trump reveló su tan esperado plan de paz en la Casa Blanca el martes.
“Para consternación de los políticos estadounidenses, la satánica y malvada política de Estados Unidos sobre Palestina, el llamado Acuerdo del Siglo, nunca dará frutos, por la gracia de Dios”, escribió Khamenei en su cuenta oficial de Twitter.
“Acerca de la judaización de al-Quds y diciendo que debería estar en manos de los judíos, están hablando tontamente y sin sabiduría”, dijo, usando un nombre árabe para Jerusalén.
“La causa de Palestina nunca será olvidada”, continuó Khameini. “La nación palestina y todas las naciones musulmanas definitivamente se enfrentarán a ellos y no permitirán que se realice el llamado Acuerdo del Siglo”.
El plan concede a Israel mucho de lo que ha buscado en decenios de diplomacia internacional, a saber, el control de Jerusalén como su capital “indivisa”, en lugar de una ciudad para compartir con los palestinos. El plan también permite a Israel aplicar su soberanía en los poblados judíos de Judea y Samaria.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, también rechazó la propuesta de Trump, diciendo: “El plan de dar Jerusalén a Israel es absolutamente inaceptable”.
Sin embargo, el Estado del Golfo aliado de los Estados Unidos, Qatar, dijo que acogía con beneplácito los esfuerzos de los Estados Unidos para negociar una “paz duradera”, al tiempo que advirtió que era inalcanzable sin concesiones a los palestinos.
Los palestinos rechazaron airadamente todo el plan.
“Este acuerdo de conspiración no pasará. Nuestro pueblo lo llevará al basurero de la historia”, dijo el presidente de la Autoridad Palestina Mahmoud Abbas el martes.
Como parte del plan, el futuro Estado palestino se basaría en una serie de condiciones estrictas, incluyendo la exigencia de que el futuro estado sea “desmilitarizado”.
El plan también permite a Israel aplicar su ley en los poblados de Judea y Samaria, además también acabaría con las esperanzas de un llamado “derecho de retorno”. Los palestinos que huyeron o fueron forzados a salir cuando se creó el Estado judío en 1948, y sus millones de descendientes, ya no tendrían motivos para volver.
El primer ministro Benjamín Netanyahu, que estuvo al lado de Trump en la Casa Blanca cuando el líder de los Estados Unidos presentó el plan, declaró inmediatamente su apoyo al plan.