Irán ejecutó a más de 100 personas en los tres primeros meses de 2022, continuando una preocupante tendencia al alza, según un informe del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, presentado el martes.
En su intervención ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, la jefa adjunta de Derechos Humanos de la ONU, Nada Al-Nashif, presentó el último informe de Guterres sobre Irán, denunciando que las ejecuciones Irán van en aumento.
El informe citaba datos recogidos por organizaciones no gubernamentales que mostraban que 310 personas fueron ejecutadas en 2021, frente a las 260 de todo el año anterior. En los tres primeros meses de 2022, la tendencia continuó con al menos 105 personas ejecutadas, dijo.
El informe de Guterres también destacó el aumento de las ejecuciones por delitos menores, señaló Nashif. Los delitos capitales en Irán incluyen las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, la rebelión armada y la “propagación de la corrupción”, según el informe.
“La pena de muerte se sigue imponiendo sobre la base de acusaciones que no equivalen a los ‘delitos más graves’, y de forma incompatible con las normas sobre juicios justos”, dijo al Consejo.
Nashif dijo que en marzo, 52 personas condenadas a muerte por cargos relacionados con las drogas fueron trasladadas a la prisión de Shiraz para su ejecución.
También lamentó que se siga aplicando la pena de muerte a delincuentes juveniles, lo que viola el derecho internacional.
Entre agosto de 2021 y marzo de 2022, al menos dos personas que cometieron sus presuntos delitos siendo menores de edad fueron ejecutadas y más de 85 delincuentes juveniles siguen en el corredor de la muerte, dijo Nashif.
El subjefe de derechos también denunció otros abusos de derechos en Irán, especialmente en respuesta a las protestas por una serie de importantes desafíos sociales, políticos y económicos durante el año pasado.
“El uso excesivo de la fuerza constituye la respuesta por defecto de las autoridades a la gestión de las asambleas”, afirmó.