Aprovechando la oportunidad, el discurso del Teniente General Aviv Kohavi, Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel, y la advertencia que envió a Irán, fue una entrega magistral de un mensaje estratégico conmovedor.
Teniendo en cuenta los cambios geopolíticos globales y regionales tras el cambio de gobierno en Estados Unidos, Kohavi no tuvo pelos en la lengua a la hora de dirigirse a amigos y enemigos por igual.
Sus comentarios deben interpretarse en el contexto circunstancial particular en el que se dijeron, según cada uno de los destinatarios -desde el público israelí, pasando por las entidades enemigas, hasta la Casa Blanca-.
No fueron comentarios hechos para ganar puntos para su imagen, sino que buscaban servir al dogma estratégico de Israel.
Para los oídos israelíes, el discurso fue un recordatorio del hecho de que mientras nosotros nos ocupamos de nuestras propias crisis -desde la pandemia de coronavirus hasta otra campaña electoral-, Israel se enfrenta a nuevos escenarios que requieren que todos preparemos la respuesta adecuada.
El interés inmediato que despertó el discurso entre los dirigentes de la región indica que entendieron que este mensaje no debía ser ignorado.
A diferencia de los discursos de anteriores jefes de Estado Mayor, que jugaban con el ethos y el pathos de Israel por igual, el discurso de Kohavi fue un repaso profesional, haciendo un balance de un escenario tras otro.
Naturalmente, sus comentarios sobre Irán fueron los que dominaron la conversación tanto en los medios de comunicación convencionales como en las redes sociales, especialmente su advertencia a la administración del presidente de EE.UU., Joe Biden, contra la reanudación del acuerdo nuclear de 2015 con Irán y su declaración de que las FDI están preparando contingencias ofensivas para contrarrestar cualquier intención nefasta que pueda albergar la república islámica.
Esas declaraciones, sin embargo, pusieron muy nerviosos a ciertos funcionarios de Defensa que habían respaldado el pacto nuclear -del que se retiró el expresidente estadounidense Donald Trump en 2018-.
Biden ha dejado claro que planea llegar a algún tipo de entendimiento nuclear con Teherán, y para decirlo claramente, el hecho de que Kohavi se dirigiera a Biden solo puede describirse como un acto de coraje.
El general de más alto rango de Israel instó a los estadounidenses a estudiar detenidamente los cambios regionales que se han producido desde que se firmó el acuerdo de 2015 y advirtió de las consecuencias de que Biden no lo hiciera.
Incluso si Washington planea negociar un acuerdo completamente nuevo con Teherán, el hecho de que las Fuerzas de Defensa de Israel estén preparadas para montar un ataque ofensivo puede ser utilizado como palanca.
Una advertencia igualmente importante e igualmente seria iba dirigida a Hezbolá y Hamás. Kohavi dejó claro a los grupos terroristas con base en el Líbano y Gaza -ambos con gran apoyo iraní- que el hecho de que sitúen sus puestos en centros urbanos, utilizando así a los civiles como escudos humanos, no impedirá que las FDI les ataquen.
Esta advertencia estaba dirigida a oídos específicos, a saber, el líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, los líderes de Hamás, Ismail Haniyeh y Yahya Sinwar, la población civil de Líbano y la Franja de Gaza, la comunidad internacional y el público israelí, al que el jefe del Estado Mayor prometió proteger contra el fuego enemigo.
Cada uno de los mensajes fue cuidadosamente diseñado, perfeccionado y emitido, y deberían ser atendidos por todos.