Más de 1.000 iraníes marcharon el domingo hacia la oficina del gobernador en la provincia occidental de Chahar-Mahal Bakhtiari para exigir una solución a la escasez de agua, informaron los medios de comunicación estatales.
La marcha se produjo dos días después de que miles de manifestantes convergieran en la ciudad central de Isfahan para desahogar su ira después de que el río vital se secara debido a la sequía y al desvío.
Imágenes difundidas por la televisión estatal mostraron a una multitud de manifestantes marchando por las calles de Shahr-e Kord, la capital provincial de Chahar-Mahal Bakhtiari.
Se les oía corear “está prohibido desviar el agua de Chahar-Mahal” y gritar consignas contra “los proyectos de trasvase de agua a otras regiones”.
Irán ha sufrido repetidas sequías en la última década, incluso en el sur.
En los últimos años, Irán también ha sufrido inundaciones periódicas, un fenómeno que se agrava cuando las lluvias torrenciales caen sobre una tierra abrasada por el sol.
Los científicos afirman que el cambio climático amplifica las sequías, y su intensidad y frecuencia amenazan a su vez la seguridad alimentaria.
La televisión estatal dijo que la protesta del domingo se produce cuando se han secado pozos, acueductos y ríos, incluido el río Zayadneh Rood, que va desde los montes Zagros en la provincia de Chahar-Mahal Bakhtiari hasta el sur de la ciudad de Isfahan.
La semana pasada, cientos de agricultores también se manifestaron para protestar por la desecación del Zayadneh Rood, que lleva sin agua desde el año 2000.
A principios de este mes, el presidente Ebrahim Raisi prometió resolver los problemas de agua y dijo que se formaría un comité para rehabilitar el río.