Tras la difusión de un vídeo en el que se ven insectos corriendo por obras de arte emblemáticas, el Museo de Arte Contemporáneo de Teherán tuvo que disculparse y cerrar brevemente para hacer frente a la plaga de insectos.
Las obras maestras minimalistas de Estados Unidos y Europa se exponen en Teherán por primera vez desde que la Revolución Islámica de 1979 derrocara a la monarquía iraní respaldada por Occidente, pero corren el peligro de que los insectos ataquen y se coman los cuadros.
Esta semana ha aparecido en Internet un vídeo en el que se ve a dos pececillos de plata devoradores de papel retorciéndose dentro del marco de cristal de una imagen industrial de Bernd y Hilla Becher de 1978. La reacción de la gente al ver estos escarabajos sin alas y de color gris perla se extendió rápidamente por las redes sociales: incredulidad y luego asco.
El miércoles, los responsables del museo emitieron una disculpa al público, diciendo que “el mantenimiento adecuado” de los valiosos artefactos del museo “es de la mayor preocupación para todos nosotros”.
Se enviaron expertos al museo en cuanto se enteraron de la infestación, y limpiaron meticulosamente todos los cuadros expuestos.
El museo afirma que la imagen de Becher y otras obras de arte no han sido dañadas por los insectos, y que estarán cerradas durante dos días mientras los especialistas en control de plagas se ocupan del asunto.
El director del museo, Ebadreza Eslami Koulaei, declaró recientemente a la agencia de noticias semioficial iraní ISNA que los especialistas estaban vigilando de cerca las obras de arte, ya que “cuando se encuentra un insecto, hay que suponer que quizá haya más”.
Explicó que este tipo de sucesos pueden ocurrir cuando las obras de arte se sacan de su embalaje y se transportan a los espacios de exposición.
La bóveda del museo llevaba décadas ocultando muchas de las obras maestras occidentales modernas expuestas. Para evitar violar las normas islámicas y apelar a las sensibilidades occidentales, los conservadores chiíes de Irán que llegaron al poder en 1979 ocultaron el arte.
Durante el auge del petróleo en Irán a finales de la década de 1970, el sha, Mohammad Reza Pahlavi, aliado de Occidente, y su esposa, la antigua emperatriz Farah Pahlavi, crearon el museo y compraron la multimillonaria colección.
Algunas prohibiciones culturales en la República Islámica se han relajado en los últimos años, lo que ha permitido el resurgimiento constante del arte sensacional, incluido el cubista, el surrealista, el impresionista e incluso el pop.