El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) encontró partículas de uranio en dos instalaciones iraníes que inspeccionó después de meses de evasivas, dijeron diplomáticos a Reuters el viernes.
Según el informe, el organismo de control nuclear de la ONU se está preparando para reprender a Teherán por no haber explicado la presencia de las partículas.
Aunque se cree que los sitios donde se encontró el material han estado inactivos durante casi dos décadas, los opositores al acuerdo nuclear de 2015 que Irán firmó con las potencias mundiales dicen que la evidencia de actividades nucleares no declaradas muestra que Irán no ha estado actuando de buena fe.
El embajador de Irán ante el Organismo Internacional de Energía Atómica, Kazem Gharibabadi, declinó hacer comentarios, al igual que el propio OIEA.
Un alto funcionario iraní dijo, según Reuters, “No tenemos nada que ocultar. Por eso permitimos a los inspectores visitar esos lugares”.
El informe se produce cuando el gobierno de Biden se dispone a iniciar las negociaciones con Irán para volver al acuerdo nuclear de 2015, del que se retiró el ex presidente Donald Trump.
Irán ha reducido sistemáticamente su cumplimiento del acuerdo de 2015 en respuesta a la retirada de Trump del mismo.
Irán ha fijado un plazo hasta la próxima semana para que Biden levante las sanciones que fueron reimpuestas por Trump, o detendrá las inspecciones bruscas del OIEA en el marco del acuerdo. La próxima semana es también cuando se espera que el OIEA emita un informe trimestral sobre las actividades nucleares de Irán.
Siete diplomáticos dijeron a Reuters que la agencia aprovechará esa oportunidad para reprender a Irán por no explicar a su satisfacción cómo las partículas de uranio terminaron en dos sitios no declarados. La reprimenda podría producirse en el informe trimestral o en un informe adicional publicado el mismo día.
El OIEA, que supervisa el programa nuclear iraní, publicó recientemente un informe en el que se constataba que Irán había puesto en marcha centrifugadoras avanzadas para enriquecer uranio que había instalado en su planta de Natanz, en violación del acuerdo de 2015.
En un informe anterior, la agencia de la ONU dijo que las reservas de uranio enriquecido de la República Islámica son ahora más de diez veces el límite establecido en el acuerdo nuclear de 2015 con las potencias mundiales.