El líder del Movimiento Libanés por el Cambio Democrático, Elie Mahfoud, twitteó que Qasem Soleimani, el comandante de la fuerza Quds del Cuerpo de Guardias Revolucionarios Iraníes (CGRI), ha llegado a Beirut mientras las protestas arrasan la nación. Algunos de los manifestantes se han pronunciado en contra del movimiento terrorista de Hezbolá que cuenta con el apoyo de Irán.
Mahfoud cuestionó si la llegada de Soleimani tuvo algo que ver con las promesas del Secretario General de Hezbolá, Hassan Nasrallah, de “impedir la caída del gobierno sitiado de Hezbolá”. El político libanés también dijo que es hora de detener la intervención iraní en el Líbano.
La llegada de Soleimani no ha sido confirmada por ninguna fuente oficial, según Erem News.
Poco después del inicio de las protestas en el Líbano, el Consejo Supremo de Seguridad Nacional iraní celebró una reunión de emergencia en la que participaron representantes del Ministerio de Asuntos Exteriores, el CGRI y Hezbolá, según un informe del diario árabe Al-Jarida. Los representantes coincidieron en que las manifestaciones son legítimas y decidieron no participar en ellas y, en su lugar, simplemente controlarlas.
Una fuente del Consejo Supremo de Seguridad Nacional le dijo a Al-Jarida que la percepción de Irán sobre las protestas cambió después de los informes de un intento internacional por parte de los enemigos de Irán de derrocar al gobierno de Hariri y mantener al país en un vacío constitucional.
Según el informe, el Consejo convocó una segunda reunión y se decidió enviar a Soleimani a Beirut con “poderes extraordinarios para hacer frente al plan”. El informe no aclaraba qué se entendía por “poderes extraordinarios”.
La portavoz de las Naciones Unidas, Stéphane Dujarric, hizo un llamamiento a las autoridades libanesas para que “se ocupen de los grupos armados no autorizados”, y añadió que la ONU reconoce la importancia de que Líbano “desarme a las milicias y ponga fin a las violaciones de la soberanía estatal”, según la agencia de noticias Asharq Al-Awsat.