El presidente del parlamento de Irán, Ali Larijani, fue puesto en cuarentena tras dar positivo en las pruebas del nuevo coronavirus, según anunció el jueves la oficina de asuntos públicos del parlamento.
Irán se enfrenta al brote más grave de la enfermedad coronavirus (COVID-19) en Oriente Medio, y más de tres mil iraníes han muerto por la aterradora nueva enfermedad respiratoria. Las autoridades iraníes insisten en que tienen la situación bajo control, pero la cuarentena de Larijani es otra señal preocupante de la capacidad del país para contener el virus.
La oficina emitió un comunicado el jueves por la tarde reconociendo que Larijani había dado positivo para el coronavirus después de que varios “respetados diputados y colegios del Parlamento” solicitaran la presencia de Larjiani.
Había asistido a simulacros de guerra antibiológica la semana pasada con miembros de la Guardia Revolucionaria, y argumentó que Irán está “por delante de muchos países del mundo en el tratamiento del coronavirus”.
“En [algunos] grandes países europeos con instalaciones avanzadas, estamos siendo testigos de que estos países se han enfrentado a muchos problemas para contrarrestar el virus, y a los estadounidenses tampoco les importan los problemas”, dijo el presidente del parlamento. “Vemos lo preocupados que están en la lucha contra el coronavirus”.
Larijani es un poderoso aliado conservador del presidente Hassan Rouhani, cuya coalición de reformistas y conservadores moderados se enfrenta a una dura batalla cuesta arriba en las elecciones del próximo año. Otros miembros de la familia Larijani ocupan puestos importantes, entre ellos el de jefe del poder judicial, asesor del Líder Supremo no elegido y director de la Universidad Islámica Libre de Irán.
Rouhani había intentado pintar un “cuadro color de rosa” sobre la situación respeto a la epidemia en una videoconferencia con su gabinete el miércoles.
“Afortunadamente, las estadísticas de todas las provincias que leí anoche estaban en tendencia descendente. Me complació que el camino que nuestros médicos, expertos y personas eligieron fuera el correcto”, dijo. “Nos apropiamos de todas las capacidades de las fuerzas armadas para instalar 4.000 camas de hospital, y gracias a Dios están todas vacías”.
Pero su ministro de salud, Saeed Namaki, advirtió contra el exceso de confianza.
“Una epidemia es como un combate de lucha libre. En el minuto 90, crees que tienes los puntos para derribar a tu enemigo. Con un poco de relajo, tu enemigo puede atacarte”, dijo. “Nuestra petición es que no te aflijas por el descuido y el exceso de confianza. Estamos en la etapa de manejar la enfermedad, no de controlarla”.