TEHERÁN, Irán (AP) – Los presos del sur de Irán rompieron las cámaras y causaron otros daños durante un motín, informaron el lunes los medios estatales, el último de una serie de violentos disturbios en las prisiones del país, que está luchando contra el brote de coronavirus más grave del Medio Oriente.
Irán había liberado temporalmente a unos 100.000 presos como parte de las medidas adoptadas para contener la pandemia, dejando a unas 50.000 personas tras las rejas, incluidos delincuentes violentos y los llamados “casos de seguridad”, a menudo con doble nacionalidad y otros con vínculos occidentales.
Las familias de los detenidos y las naciones occidentales dicen que el Irán retiene a esos prisioneros por razones políticas o para utilizarlos como moneda de cambio en las negociaciones.
La agencia de noticias estatal IRNA citó al gobernador Enayatollah Rahimi, de la provincia meridional de Fars, diciendo que se había producido un motín en la cárcel de Adel Abad, la principal cárcel de la ciudad de Shiraz. Rahimi dijo que los presos rompieron las cámaras y causaron otros daños en dos secciones que albergaban a delincuentes violentos. Nadie resultó herido y nadie escapó.
IRNA informó el viernes que 70 reclusos habían escapado de la prisión de Saqqez en la provincia de Kurdistán occidental de Irán. Los presos golpearon a los guardias durante el caos, dijo un fiscal local. Varios reclusos volvieron más tarde por su cuenta a la prisión.
Desde principios de año, también han estallado disturbios en las cárceles de Aligudarz, Hamedan y Tabriz, y algunos presos se han escapado, informó la IRNA.
Irán ha informado de más de 38.000 infecciones y 2.640 muertes por COVID-19, la enfermedad causada por el coronavirus.
El virus causa síntomas leves, incluyendo fiebre y tos, en la mayoría de los pacientes, que se recuperan en pocas semanas. Pero es altamente contagioso y puede ser transmitido por personas que no muestran síntomas. También puede causar una enfermedad grave y la muerte, especialmente en pacientes mayores o con problemas de salud subyacentes.
El virus ha infectado a más de 720.000 personas en todo el mundo, causando más de 34.000 muertes, según datos recogidos por la Universidad Johns Hopkins. Más de 150.000 se han recuperado.
En otras partes de la región, Jordania comenzó el lunes a liberar a miles de viajeros que habían estado en cuarentena durante las dos últimas semanas en hoteles de cinco estrellas en el Mar Muerto para evitar la propagación del virus.
Más de 4.200 jordanos y 1.500 extranjeros han sido retenidos en los hoteles. Los jordanos serán enviados a casa a través de Uber, el popular servicio de transporte de pasajeros, y se les pide que permanezcan en sus casas durante otros 14 días.
Los viajeros de otras nacionalidades serán liberados el martes. No quedó claro inmediatamente a dónde irán, pero las autoridades dijeron que se pondrán en contacto con sus embajadas y el Ministerio de Asuntos Exteriores.
Jordania ha reportado 259 infecciones y tres muertes por el virus. Al menos 18 personas se han recuperado.
Jordania detuvo todos los vuelos y cerró sus fronteras el 16 de marzo. Más tarde impuso un toque de queda de 24 horas durante tres días, antes de dar un tiempo limitado para que las personas pudieran comprar productos básicos a pie.