La proximidad de la República Islámica de Irán a la adquisición de un arma nuclear parece estar cada vez más cerca. La semana pasada, Irán comunicó al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) su intención de retirar 27 cámaras de vigilancia de sus instalaciones nucleares. Esta proclamación se produce después de que el OIEA censurara a Irán después de que el régimen no respondiera a las preguntas críticas sobre el material nuclear encontrado en varios lugares no declarados del país. La supresión de las ayudas visuales impide que el organismo de vigilancia internacional supervise adecuadamente los avances nucleares de Irán. Los expertos del sector afirman que el régimen de Irán está a sólo unas semanas de lograr su tiempo de ruptura nuclear. Aunque se desconoce el tiempo que necesita Irán para conseguir la detonación y el lanzamiento, el comportamiento y las acciones del régimen indican sin duda que sus próximos pasos para poseer un arma nuclear serán prioritarios.
Desde que las negociaciones nucleares conjuntas entre Estados Unidos e Irán en Viena se han estancado, Irán ha seguido intensificando sus esfuerzos relacionados con la proliferación. En un informe publicado por la Oficina Federal de Protección de la Constitución de Alemania, se detalla el comportamiento ilícito de Irán para avanzar en su programa nuclear. El informe afirma que Irán “está llevando a cabo uno de los mayores programas de misiles de Oriente Medio”, y describe cómo el régimen suministra a su grupo proxy regional, los rebeldes Hutíes de Yemen, las armas que utiliza para lanzar ataques contra sus adversarios. Además, el informe destaca que las “agencias de inteligencia nacionales de Alemania pudieron identificar un aumento significativo de los indicios de intentos de adquisición relacionados con la proliferación por parte de Irán para su programa nuclear”.
La publicación del informe del gobierno alemán en el que se detalla el desarrollo nuclear de Irán coincidió con la reciente censura de la Junta de Gobernadores del OIEA a Irán. Estados Unidos, Francia, Alemania y Gran Bretaña aprobaron una resolución en la que se critica a Irán por negarse a atender las preocupaciones de los investigadores en relación con los rastros de uranio detectados en varios lugares no revelados. Esta moción es significativa ya que marca la primera vez que el organismo internacional censura a Irán desde 2020. El director general del OIEA, Rafael Grossi, reiteró que “tener una cantidad significativa (cruzar el umbral de enriquecimiento de uranio) no significa tener una bomba”, y añadió que “esta idea de cruzar la línea, va a suceder. Están muy cerca”.
El Director General se refiere a las conclusiones de los inspectores de que Irán tiene casi 33 kilogramos de uranio enriquecido hasta el 60% en marzo. Es probable que esta cifra sea mayor en la actualidad. La negativa de Irán a proporcionar información creíble sobre los restos de uranio encontrados en tres lugares no declarados, combinada con su anuncio de retirar 27 cámaras de seguridad, sugiere que Irán está decidido a alcanzar sus ambiciones nucleares, independientemente de las negociaciones internacionales. Grossi declaró que el OIEA no puede confirmar el cumplimiento del Acuerdo de Salvaguardias Amplias por parte de Irán hasta que “proporcione explicaciones técnicamente creíbles sobre la presencia de partículas de uranio” en los lugares no declarados. Durante el último año, Irán ha ocultado material al organismo internacional para hacer valer su posición en las conversaciones de Viena.
A medida que aumenta la proliferación de materiales nucleares por parte de Irán y persiste su incumplimiento de las normas internacionales, los funcionarios israelíes han indicado que actuarán militarmente si es necesario para garantizar que su principal adversario nunca obtenga una bomba nuclear.