El presidente iraní Hassan Rouhani dijo el domingo que su país está pasando por su año más duro debido a las sanciones de EE.UU. junto con la pandemia de COVID-19.
La crisis del coronavirus ha exacerbado los problemas económicos que se agravaron después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se retirara en 2018 del acuerdo nuclear de Irán con las principales potencias y volviera a imponer sanciones. El lunes, la moneda rial de Irán cayó a su nivel más bajo jamás alcanzado frente al dólar estadounidense.
“Ha sido el año más difícil debido a la presión económica del enemigo y a la pandemia”, dijo Rouhani en un discurso televisado.
“La presión económica que comenzó en 2018 ha aumentado… y hoy es la presión más dura sobre nuestro querido país”.
Irán ha visto un fuerte aumento de las infecciones por coronavirus y de las muertes desde que las restricciones para detener la propagación de la pandemia se levantaron gradualmente desde mediados de abril. El número de muertes ha superado recientemente las 100 al día por primera vez en dos meses.
Se han confirmado más de 220.000 casos y más de 10.000 muertes.
Rouhani dijo que el uso de máscaras será obligatorio durante dos semanas a partir del próximo domingo en los “lugares de reunión” que se consideran “puntos rojos”.
Altos funcionarios han advertido regularmente que se volverán a imponer restricciones si no se cumplen las normas sanitarias, como el distanciamiento social para frenar el aumento de las infecciones.
Irán lanzó una campaña el sábado para motivar a un público reacio a usar máscaras faciales.