Rubio afirma que Trump prefiere negociar para evitar que Irán obtenga armas nucleares, aunque no descarta acción militar si falla la diplomacia.
Avances en negociaciones nucleares entre EE. UU. e Irán
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, declaró que el presidente Donald Trump está comprometido a impedir que Irán desarrolle armas nucleares, priorizando la vía diplomática para lograr este objetivo. En una entrevista en el podcast Honestly with Bari Weiss, Rubio destacó que la administración no busca una guerra, sino un acuerdo negociado. “No queremos una guerra”, afirmó, destacando que Trump “preferiría que no fuera necesario recurrir a la fuerza militar, ni por nuestra parte, ni por la de nadie más”. Una tercera ronda de conversaciones entre Estados Unidos e Irán está programada para el 26 de abril de 2025 en Omán, tras dos encuentros previos en Muscat y Roma.
Las negociaciones, mediadas por Omán, han mostrado avances, según fuentes oficiales. Steve Witkoff, enviado especial de Trump, lidera las discusiones por parte de Estados Unidos, mientras que el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Abbas Araghchi, representa a Teherán. Rubio expresó confianza en Witkoff, señalando que “tenemos buenas personas negociando”. Las partes acordaron que expertos técnicos se reunirán en Omán para abordar detalles como los niveles de enriquecimiento de uranio, el tamaño de las reservas nucleares iraníes y los mecanismos de verificación del cumplimiento de un posible acuerdo, según reportes de Reuters y NBC News.
Irán ha manifestado disposición para dialogar, pero mantiene líneas rojas claras. Un alto funcionario iraní, citado por Reuters, afirmó que Teherán aceptaría ciertas restricciones al enriquecimiento de uranio, pero exige garantías sólidas de que Trump no abandonará un nuevo pacto, como hizo en 2018 con el Acuerdo Nuclear de 2015 (JCPOA). Araghchi subrayó que el derecho de Irán a enriquecer uranio es “no negociable” y que no discutirá su programa de misiles balísticos, considerado por Teherán como fuera del alcance de las negociaciones nucleares.
El presidente Trump ha combinado presión diplomática con advertencias de acción militar. En marzo, envió una carta al líder supremo iraní, Ayatola Alí Jamenei, proponiendo negociaciones, pero con un plazo de 60 días para alcanzar un acuerdo, según CNN. Trump ha declarado públicamente que no permitirá que Irán posea armas nucleares, afirmando en una ocasión: “Quiero que Irán sea un país maravilloso, grande y feliz, pero no puede tener un arma nuclear”. Sin embargo, ha moderado su postura inicial, pasando de exigir la “desnuclearización total” a buscar límites específicos al enriquecimiento de uranio, según un post en X del 14 de abril de 2025.
Claves de las negociaciones nucleares entre EE. UU. e Irán
- Fecha clave: La tercera ronda de conversaciones está fijada para el 26 de abril de 2025 en Omán.
- Mediador: Omán facilita las negociaciones, acogiendo reuniones en Muscat y Roma.
- Enriquecimiento de uranio: Irán acepta negociar límites, pero no eliminar su programa de enriquecimiento.
- Plazo de Trump: Inicialmente dio a Irán 60 días para un acuerdo, según una carta enviada en marzo.
- Postura iraní: Exige garantías de que EE. UU. no abandonará un nuevo pacto, como ocurrió en 2018.
Tensiones y riesgos de un conflicto militar
Rubio advirtió sobre las graves consecuencias de una guerra con Irán, describiéndolo como “complejo” y con el potencial de desencadenar una guerra regional más amplia. “Cualquier acción militar en este punto en Oriente Medio, ya sea contra Irán por parte nuestra o de cualquier otra persona, podría de hecho desencadenar un conflicto más amplio”, afirmó. Destacó las capacidades militares de Irán, incluyendo drones utilizados en conflictos como el de Ucrania, desarrollados con una inversión de miles de millones de dólares.
En el seno de la administración Trump, existen divisiones sobre la estrategia a seguir. Marco Rubio y el asesor de Seguridad Nacional, Mike Waltz, lideran una facción que favorece un enfoque militar, argumentando que Irán no es confiable y que su programa nuclear debe ser destruido, según Politico. Sin embargo, Trump ha optado por la diplomacia, al menos temporalmente, tras rechazar una propuesta israelí de atacar instalaciones nucleares iraníes en mayo, según The New York Times. Esta decisión se tomó tras debates internos, con algunos funcionarios escépticos sobre la efectividad de un ataque militar para frenar las ambiciones nucleares de Irán sin provocar una guerra mayor.
Israel, un aliado clave de Estados Unidos, ha mantenido una postura dura frente al programa nuclear iraní. Aunque no ha descartado atacar las instalaciones nucleares de Irán, el primer ministro Benjamin Netanyahu acordó respaldar las negociaciones tras reunirse con Trump el 7 de abril de 2025 en Washington, según The Times of Israel. Trump aclaró que Israel jugaría un rol principal en cualquier acción militar si las conversaciones fracasan, pero por ahora apoya el esfuerzo diplomático.
El contexto de las negociaciones se remonta a la salida de Trump del JCPOA en 2018, cuando impuso sanciones de “máxima presión” contra Irán. Desde entonces, Teherán ha superado los límites de enriquecimiento de uranio establecidos en el acuerdo de 2015, acumulando reservas que, según el jefe de la Agencia Internacional de Energía Atómica, Rafael Grossi, lo acercan a la capacidad de producir una bomba nuclear. Esta escalada ha intensificado la urgencia de las actuales conversaciones.
Perspectivas de un programa nuclear civil para Irán
Rubio señaló que Irán podría mantener un programa nuclear civil, similar al de otros países, importando material enriquecido en lugar de producirlo internamente. “Si Irán quiere un programa nuclear civil, puede tenerlo como muchos otros países del mundo lo tienen”, afirmó. Esta propuesta busca conciliar las demandas iraníes de mantener capacidades nucleares con las preocupaciones occidentales sobre el riesgo de proliferación armamentística.
Las negociaciones enfrentan obstáculos significativos. Irán insiste en que cualquier acuerdo debe ser ratificado por el Congreso de Estados Unidos para garantizar su cumplimiento, una tarea difícil dado el fuerte apoyo a Israel en el legislativo, según The Guardian. Además, la desconfianza mutua persiste, alimentada por la historia de incumplimientos y sanciones. Araghchi expresó dudas sobre las intenciones de Washington, pero confirmó la voluntad de Teherán de continuar el diálogo, según Al Jazeera.
El ritmo acelerado de las conversaciones refleja la presión de Trump por alcanzar un acuerdo rápidamente. Witkoff ha indicado que busca un pacto en un plazo de 60 días, aunque Araghchi considera este cronograma poco realista debido a la complejidad técnica y los niveles de desconfianza, según Reuters. La próxima reunión en Omán será crucial para evaluar si las discusiones técnicas han acercado a las partes a un consenso.
La comunidad internacional observa de cerca estas negociaciones, dado el impacto potencial en la estabilidad de Oriente Medio. Rusia, un aliado de Irán, podría desempeñar un papel en el almacenamiento de uranio iraní o como árbitro en caso de violaciones del acuerdo, según The Guardian. Mientras tanto, la amenaza de una acción militar, ya sea por parte de Estados Unidos o Israel, sigue siendo un factor que impulsa a ambas partes a buscar un compromiso.