El alcance exacto de la participación iraní en la decisión de Hamás de iniciar la masacre del 7 de octubre aún no ha sido completamente revelado.
Según varias fuentes de medios de comunicación árabes y de la oposición iraní, es posible que la conexión entre la Guardia Revolucionaria y Hamás fuera aún más profunda y amplia. El Dr. Hassan Hashemian, experto en Irán radicado en Washington, sostuvo en una entrevista con el canal saudí Al-Hadath:
“Creo que todo lo que sucedió el 7 de octubre fue gestionado y planificado durante la era de Qasem Soleimani”, en referencia al comandante de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria iraní, quien murió en una operación atribuida a Estados Unidos e Israel.
Hashemian agregó: “El tema de los túneles y los fondos invertidos en su construcción, todas las armas acumuladas por Hamás, e incluso la planificación de la operación misma, se llevaron a cabo durante el mandato de Soleimani. Sin embargo, la implementación fue realizada por Ismail Qaani, su sucesor”.
“Qaani quería probarse a sí mismo”, continuó Hashemian, “porque se sabe que es una figura muy diferente a Soleimani. Se cree que no está a la altura de la estatura de Qasem Soleimani, tanto dentro de Hamás como en la Fuerza Quds, en las oficinas gubernamentales en Teherán y entre muchos agentes en el extranjero”.
Según Hashemian, las respuestas oficiales de Irán, que niegan cualquier implicación en la planificación de Hamás, no son confiables. Aunque Irán mantiene su apoyo a Hamás y a la causa palestina, niega oficialmente cualquier implicación en la planificación de ataques. Sin embargo, surgen dudas sobre la posibilidad de que tales decisiones se tomen sin el conocimiento de la Guardia Revolucionaria, especialmente de Qaani.
El líder supremo de Irán criticó a Israel por el colapso del acuerdo de intercambio de prisioneros, resaltando la necesidad de una acción rápida contra los enemigos. Subrayó: “Con el enemigo, no se puede actuar con paciencia”, y añadió: “Israel no se atrevería a cometer los crímenes que perpetra contra los palestinos sin el apoyo que recibe de Estados Unidos”.
El domingo, el ex jefe del Estado Mayor de las FDI, el profesor Yaakov Nagel, expresó en un artículo especial para Maariv la necesidad de pasar “de las palabras a los hechos” en Gaza y el Líbano debido a la escalada de tensiones con Hamás. Nagel argumentó que, tras el manejo de Hamás, los intereses de Israel, Hezbolá e Irán de posponer los combates en el norte podrían alinearse brevemente.
Subrayó la importancia de no subestimar los desafíos de enfrentarse a Irán y destacó que “Israel debe seguir actuando enérgicamente contra el comportamiento agresivo de Irán y su deseo de irrumpir en el campo nuclear, ya que Irán sigue siendo el problema central de Israel”.
Además, Nagel destacó que ante los recientes acontecimientos, que clarifican las prioridades de Hamás, la prioridad de Israel debe ser completar la misión en Gaza.
También abogó por buscar una solución temporal en el norte que permita a los residentes regresar a sus hogares de manera segura, y continuar con las acciones encubiertas y abiertas contra Irán para prevenir que este explote la oportunidad de avanzar en su programa nuclear y continúe atacando a Israel.
Mientras reconoció la importancia de la normalización con Arabia Saudita, sugirió que esta puede esperar, resaltando que “la normalización con Arabia Saudita es muy importante, pero puede esperar”.