Donald Trump afirma que EE. UU. podría unirse a Israel en un ataque contra Irán si las negociaciones nucleares fallan, pero prioriza la diplomacia.
Trump respalda a Israel ante posible escalada con Irán
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró que su país podría unirse “voluntariamente” a Israel para emprender una acción militar contra Irán si las negociaciones para un nuevo acuerdo nuclear no prosperan. En una entrevista con la revista Time, publicada el 24 de abril de 2025, Trump expresó su preferencia por resolver la guerra mediante la diplomacia, pero no descartó el uso de la fuerza. “Creo que podemos llegar a un acuerdo sin el ataque. Espero que podamos”, afirmó, refiriéndose a los esfuerzos para frenar el programa nuclear iraní. Sin embargo, advirtió que, de no alcanzarse un pacto, estaría dispuesto a liderar una ofensiva: “Si no llegamos a un acuerdo, yo estaré liderando el grupo”.
La postura de Trump surge en un contexto de alta tensión entre Israel e Irán. En los últimos meses, Irán lanzó dos ataques masivos con misiles contra territorio israelí, lo que intensificó los temores en Jerusalén sobre las capacidades militares y nucleares de Teherán. En respuesta, Israel llevó a cabo una represalia contra las defensas antiaéreas iraníes, demostrando su disposición a contrarrestar cualquier amenaza. Estos intercambios han elevado la preocupación internacional, especialmente por el enriquecimiento de uranio por parte de Irán, que según el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha alcanzado niveles cercanos a los necesarios para fabricar armas nucleares.
Trump también abordó informes recientes que sugieren que detuvo propuestas israelíes para ataques conjuntos contra instalaciones nucleares iraníes. Aunque no bloqueó completamente los planes, el presidente señaló que “no hizo que fuera cómodo” para Israel proceder. “No se lo hice cómodo, pero no les dije que no”, explicó, dejando claro que permitió a Israel mantener la opción militar abierta mientras él apuesta por las negociaciones. Esta decisión, según fuentes diplomáticas, buscaba dar espacio a las conversaciones iniciadas en 2025 para reemplazar el acuerdo nuclear de 2015, conocido como el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA), que Trump abandonó durante su primer mandato.
En la entrevista, Trump desestimó las preocupaciones de ser “arrastrado” a un conflicto por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Por el contrario, afirmó que, de ser necesario, Estados Unidos participaría activamente en una acción militar. “Podría entrar muy de buena gana”, subrayó, destacando su alineación con los intereses de Israel frente a la amenaza iraní. Esta postura refleja la sólida alianza entre Washington y Jerusalén, reforzada durante el segundo mandato de Trump, iniciado en enero de 2025.
Datos clave sobre la tensión nuclear entre Irán e Israel
- Enriquecimiento de uranio: El OIEA reportó en marzo de 2025 que Irán enriqueció uranio al 90%, nivel apto para armas nucleares.
- Ataques iraníes: Irán lanzó más de 300 misiles y drones contra Israel en abril y octubre de 2024, según el ejército israelí.
- Represalia israelí: En noviembre de 2024, Israel atacó sistemas de defensa antiaérea en Irán, debilitando su capacidad de respuesta.
- Advertencias del OIEA: El organismo instó a Irán a cooperar con inspecciones para evitar una escalada militar en la región.
- Negociaciones nucleares: Las conversaciones iniciadas en 2025 buscan un nuevo acuerdo para limitar el programa nuclear iraní.
Contexto de las negociaciones y temores israelíes
Las declaraciones de Trump se producen mientras Israel expresa su inquietud por la posibilidad de un acuerdo nuclear débil que no restrinja efectivamente las ambiciones nucleares de Irán. Fuentes del gobierno israelí han señalado que un pacto mal estructurado podría permitir a Teherán mantener su capacidad para desarrollar armas nucleares a corto plazo. Esta preocupación se intensificó tras los informes del OIEA, que en febrero de 2025 alertó sobre la falta de cooperación de Irán con las inspecciones internacionales, lo que limita la capacidad de la comunidad global para monitorear sus actividades nucleares.
El intercambio de ataques entre Israel e Irán en 2024 marcó un punto de inflexión en la región. El primer ataque iraní, en abril, fue en represalia por un presunto bombardeo israelí contra un complejo diplomático en Damasco. El segundo, en octubre, respondió a operaciones israelíes contra aliados de Irán en Líbano y Siria. Ambos ataques fueron interceptados en gran medida por las defensas aéreas de Israel, apoyadas por Estados Unidos y otros aliados, pero dejaron claro el potencial de escalada. La respuesta israelí, que incluyó ataques precisos contra radares y sistemas antiaéreos en Irán, buscó neutralizar la capacidad de Teherán para proteger sus instalaciones clave.
En este escenario, la decisión de Trump de aplazar un ataque israelí contra Irán, reportada por medios estadounidenses en marzo de 2025, refleja su estrategia de equilibrar la presión militar con la diplomacia. Aunque permitió a Israel mantener la opción de actuar unilateralmente, el presidente dejó claro que prefiere un acuerdo que evite la guerra. Sin embargo, su disposición a liderar una acción militar conjunta subraya su compromiso con la seguridad de Israel y la contención de Irán.
La situación sigue siendo volátil, con las negociaciones nucleares en curso enfrentando múltiples obstáculos. La falta de avances significativos en las conversaciones, combinada con la retórica beligerante de Irán y las acciones defensivas de Israel, mantiene a la región al borde de una confrontación mayor. Mientras tanto, la comunidad internacional observa de cerca los movimientos de Estados Unidos, cuyo papel será decisivo en determinar si la diplomacia prevalece o si la región se encamina hacia un conflicto abierto.