El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmará un memorando presidencial para reactivar la campaña de “máxima presión” sobre Irán, buscando impedir que el país desarrolle un arma nuclear y reducir sus exportaciones de petróleo a cero, según confirmó un funcionario estadounidense.
La directiva instruirá al secretario del Tesoro a imponer sanciones estrictas y reforzar los mecanismos de aplicación contra quienes las infrinjan. Este enfoque, que ya fue aplicado durante el primer mandato de Trump, retoma la política de presión económica sobre Irán, política que, según Trump, fue debilitada por la administración de Joe Biden.
El martes, Trump también mantendrá una reunión con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en la que se espera discutir estas medidas. La administración busca la cooperación de aliados clave para reestablecer sanciones y restricciones internacionales contra Teherán.
Como parte de esta estrategia, el enviado de Trump para Oriente Medio, Steve Witkoff, visitó Gaza recientemente. Los datos de la Administración de Información Energética indican que las exportaciones de petróleo iraní alcanzaron los 53.000 millones de dólares en 2023, mientras que la producción petrolera de 2024 es la más alta desde 2018, según la OPEP.
La misión iraní ante la ONU no ha respondido a solicitudes de comentarios. No obstante, el embajador de Irán ante la organización, Amir Saeid Iravani, ha calificado como «ilegal» la posibilidad de activar el mecanismo de «reinicio rápido» de sanciones.
Rafael Grossi, jefe del Organismo Internacional de Energía Atómica, advirtió en Davos que Irán ha incrementado su enriquecimiento de uranio a niveles cercanos a los necesarios para un arma. Aunque Teherán niega su intención de desarrollar armamento nuclear, agencias de inteligencia occidentales aseguran que el programa nuclear militar iraní existió hasta 2003 y podría estar en condiciones de reactivarse rápidamente.
Un informe del New York Times reveló que inteligencia estadounidense detectó que científicos iraníes están investigando formas de acelerar la fabricación de un arma nuclear en caso de ser necesario. Según la información, Irán podría desarrollar un dispositivo rudimentario en pocos meses, aunque no sería compatible con misiles balísticos ni altamente fiable.
Ante esta posibilidad, los líderes iraníes temen que la alianza entre Trump y Netanyahu desencadene un ataque militar contra sus instalaciones nucleares. Abbas Araghchi, representante de Irán, declaró que una ofensiva de este tipo provocaría una «guerra total en la región».
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán advirtió a través de Al Jazeera que cualquier agresión contra sus instalaciones nucleares recibirá una respuesta inmediata y contundente.