El Departamento del Tesoro de Estados Unidos aplicó el jueves sanciones financieras dirigidas a una estructura internacional acusada de canalizar petróleo iraní hacia China para costear operaciones militares de Teherán. Se trata de la primera medida de este tipo bajo la administración de Donald Trump.
En un comunicado, el Tesoro detalló que la red sancionada facilitó el envío de millones de barriles de crudo iraní, valuados en cientos de millones de dólares, a la República Popular China.
El cargamento fue transportado en representación del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Irán y de la compañía fachada Sepehr Energy Jahan Nama Pars, entidad previamente sancionada, según señaló el informe oficial.
Scott Bessent, secretario del Tesoro, advirtió que el gobierno iraní persiste en utilizar ingresos petroleros para expandir su programa nuclear, manufacturar misiles balísticos letales y aviones no tripulados, además de financiar grupos terroristas en la región.
La administración estadounidense reafirmó su compromiso de obstaculizar cualquier mecanismo de financiamiento que Irán emplee para impulsar estas actividades.
Las medidas del Tesoro se alinean con la reciente decisión de Trump de reactivar la estrategia de máxima presión contra Irán, motivada por denuncias sobre su intención de desarrollar armamento nuclear.
El martes, el presidente firmó un memorando que restablece un régimen de sanciones estrictas, similar al implementado en su primer mandato, y manifestó su deseo de no verse obligado a recurrir a ellas con frecuencia.
Dicho documento ordena a todas las agencias gubernamentales diseñar medidas punitivas contra Irán, con énfasis en las relacionadas con actividades nucleares. También instruye al Departamento del Tesoro y al Departamento de Estado a ejecutar una campaña para eliminar por completo las exportaciones de petróleo iraní.